¿Dónde estamos, a dónde vamos?

Dos amistosos más del ciclo Batista y dos empates consecutivos. El año 2011 había comenzado con una victoria frente a Portugal de la selección oficial y una goleada a una Venezuela B por parte de la selección local.

En estos dos partidos y con la Copa América cada vez más cerca se pueden evaluar muchas cosas, más allá de resultados, que no dejan de llamar la atención. La principal conclusión es que Batista continúa con la idea de juego del Barcelona. Señores periodistas y estadígrafos, borren el historial (no es que sea muy extenso) del Checho como DT y empiecen a juzgarlo por esta idea.

Por el momento, está en pañales el propósito, porque más allá del buen trato del balón y del altísimo porcentaje de posesión que tuvo el equipo en ambos partidos, no hubo mucho más. Solo parece imitarse el envase: el 4-3-3, muchos volantes centrales en cancha, rotación, intentos salir jugando y la posición de Messi. No está mal, ya que en todo esto, Batista mostró que se está trabajando para darle una identidad.

El problema pasa cuando vemos que en dos partidos se convierte un gol o que el equipo tarda minutos enteros teniendo la pelota y sin terminar las jugadas. El Barca tiene la pelota para esperar el momento indicado y ahí dañar al rival, este equipo parece tener la pelota por entretenimiento y no consigue profundizar.

Analicemos un poco: sin dudas que la mayoría de los ataques del Barcelona vienen por pases profundos de Iniesta y Xavi, mientras que los receptores son los laterales (especialmente Dani Alves) y los tres de punta (Pedro, Messi y Villa). Argentina jugó contra Estados Unidos con Banega, quien cumple una función parecida en el Valencia y se destacó en los dos partidos pero el Cuchu Cambiasso, de gran despliegue, no se destaca especialmente por su buen pie. También se imitaron los extremos, sin embargo, Gaitán, Sosa y Lavezzi estuvieron demasiado limitados al uno a uno. Lo de Di María fue un poco mejor, pero falló en las definiciones.

El intento de los laterales, está dejando mucho para desear. Zanetti cumple siempre pero no parece estar para los trotes de Dani Alves, Rojo se está destacando como central en el Spartak de Moscú y Angeleri jugó menos de dos partidos en todo el año (y en enero). A la hora del partido fueron pocas veces opción y el ex Estudiantes que parece afianzarse como tres titular, cuando llega al área se nubla y no puede más que ejecutar centros evidentes y poco peligrosos. En síntesis, si los grandes receptores del Barcelona en los metros finales, no aparecen en Argentina, parece haber un serio problema. Y ahí se explica el por qué tanto pase sin sentido en mitad de cancha.

Otro ítem a remarcar es el trato de la pelota. Para valorar, cómo los arqueros y los centrales tenían opciones de pase y se animaron a salir jugando siempre. No obstante, el balón estuvo demasiado en los pies de Mascherano, quien se supone debería ser el sostén. Busquets en el Barca, corta y toca, se muestra y toca, es decir, “limpia” el juego y juega sencillo. Aquí Masche quedó demasiado expuesto y muestra de eso, es la cantidad de faltas que le hicieron en los dos partidos.

Por último y para cerrar con el análisis, la decisión de ver nuevos jugadores es excelente. Biglia, Banega, Belluschi, Gaitán, Salvio fueron premiados por sus buenos rendimientos en Europa. Y la lista podría seguir. Tevez y Agüero por ahora deben esperar, pero son enormes alternativas de ataque, como la vuelta de Higuaín que también ilusiona.

Chile en menos de cuatro años jugó como Bielsa quería, Argentina intenta con un poco más de tiempo imitar lo que al Barcelona le costó millones de dólares, aprendizaje y una infraestructura perfecta. Se celebra que se intente, por ahora no el resultado y aún se ve como una idea demasiado abstracta. Si para 2014, Argentina da el espectáculo que por ahora entrega el Barca, todos deberemos pedir perdón al Checho; mientras tanto podemos observar el envase y un camino al que le queda mucho por recorrer.