McCarey filmó dos veces la historia romántica Tú y yo. Cada vez con un director de fotografía distinto: en 1939 con Rudolph Maté en blanco y negro, en 1957 con Milton Krasner en color. Prefiero a Maté. Cada uno tiene una visión bien distinta del encuadre y la iluminación. Un buen ejemplo para distinguirlos es el momento crucial en el que la protagonista no sabe entre dos hombres a quién entregarse. Ante una decisión tan importante decide hablarlo con El de arriba. El húngaro Maté opta por iluminar el altar y nos hace expectantes de una sabia respuesta, Krasner planta la cámara cara a Deborah Kerr subrayando su duda y sus pobres gesticulaciones. ¿Qué piensan ustedes?