Revista Opinión

¿Dónde quedó la humildad republicana?

Publicado el 16 junio 2014 por Jamedina @medinaloera

Don Benito Juárez. De P. Guelatao de Juárez en F.

Benito Juárez García.

México es oficialmente una república, donde según la ley (tantas veces ignorada) funciona la democracia, o sea, el gobierno del pueblo, pero ¡qué lejos estamos de este ideal! En realidad, triste es reconocerlo, pareciera que vivimos en una monarquía absoluta, donde políticos y funcionarios hacen normalmente lo que quieren sin que nadie los llame a cuentas.

Además, y esto es lo peor, la clase política actúa con arrogancia, soberbia y desprecio para la gente de trabajo, que cada día lucha para sobrevivir y que aparte los mantiene.

Sin embargo, y esto hay que repetirlo a los jóvenes que creen que todo está perdido: Las cosas no siempre fueron así. Hubo tiempos en que ciertamente floreció la soberbia y también la corrupción, como ocurre en todas partes, pero en medio de ello hubo ejemplos de políticos honestos, juzgados ya por la historia, que dieron todo por la felicidad de su pueblo.

Difícil es encontrar hoy a un funcionario modesto, humilde, entregado al servicio público, al estilo de Morelos y del Presidente Juárez, en el siglo 19, y ya en el 20, en Jalisco, del gobernador Francisco Labastida, quien durante todo su período se trasladó en bicicleta a Palacio de Gobierno para atender los asuntos oficiales.

Y aunque escasos, hay otros ejemplos, como don José Ma. Chávez, quien fuera gobernador de Aguascalientes en los años 60 del siglo 19. “Su mansedumbre y tolerancia le hacían accesible para amigos y enemigos, que encontraban en él una garantía en medio de la tormenta”, dice Antonio García Cubas.

Un extranjero que pasó por Aguascalientes y tuvo que tratar un negocio con el gobernador, se dirigió al Palacio a buscarlo, pero no estando allí se le condujo a la carpintería “El Esfuerzo”, donde asegura haber visto “trabajando en el torno a un hombre algo encorvado, al cual se me señaló por el gobernador, lo que bien de pronto me causó sorpresa… Ahí encontré realizado de un modo tan sencillo y tan práctico el ideal que había formado de lo que puede ser el ciudadano que pertenece a su patria y a su familia”.

¿Qué pasó con aquel espíritu republicano?

Artículo relacionado: La modestia en los gobernantes.


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