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‘Donnie Brasco’- La mafia a pie de calle.

Publicado el 18 julio 2010 por Cinefagos

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La mafia siempre ha interesado al mundo del cine. Existen incontables películas que la ha retratado con mayor o menor acierto y que nos la muestran como, desde un atajo de pistoleros capaces de asesinarse por cualquier cosa, a una compleja organización con sus propias reglas y divisiones. Por nombrar alguna que da una visión favorable sobre ella, de inmediato nos viene a la cabeza “El Padrino”. Pero hay muchas más que sin duda han reflejado los años de ascenso, gloria, caída y posterior resurgimiento de la Cosa Nostra y Donnie Brasco es una de ellas, ambientada en una época en la que los grandes capos se estaban esfumando y los negocios habían abandonado el alcohol y el juego para centrarse en las drogas, sumándolo a una serie de guerras intestinas que revolucionaron todo el panorama mafioso. En ese contexto, Donnie Brasco nos aporta otra mirada alejada de los pomposos despachos de los Corleone y sus encorsetadas reuniones. Y lo hace basándonos en una historia real, en la vida de un agente del FBI infiltrado en una de las familias que controlan Manhattan, de mano de Johnny Depp (un hombre al que siempre se agradece ver en la gran pantalla) y Al Pacino.

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El agente John Pistone lleva dos años infiltrado en la mafia en una operación que iba a durar sólo seis meses. Haciéndose pasar por un joyero, conoce a un mafioso de poca monta, Lefty, que es quien le introduce en el juego. Comparada con otras películas, la explicación de la cadena de mando es bastante simple y no te da la sensación de que te estén metiendo en un mundo de poder, corrupción y dinero. Pero no deja de ser un lugar peligroso. Lefty presume cada dos por tres de haber asesinado a veintiséis personas, pero conforme le vas viendo te das cuenta de que no es más que un pobre tipo que se pasa las horas muertas delante de la televisión, con un hijo yonki y un futuro que apesta a fracaso. Donnie lo sabe cuando empieza a trabajar para él, y mientras ocurre lo típico (que nuestro protagonista ascienda poco a poco y caiga en gracia a todo el mundo) Lefty ve que las pocas oportunidades que creía que le quedaban sólo estaban en su imaginación.

Depp será considerado, dentro de unos años, como uno de los mejores actores de su generación. Ya lo es, pero para gran parte de crítica, público y productores, sólo se trata de un seguro para la taquilla. Aquí es capaz de medirse con Al Pacino y salir con la cabeza bien alta en una historia de tirantez y desconfianza que poco a poco se va tornando en verdadera amistad. Mientras su trabajo como agente infiltrado le absorbe, su vida familiar comienza a hundirse y llega un momento en que elige, en vez de estar con sus hijas, acompañar a Lefty en el hospital, con los nervios destrozados por lo que le ha pasado al drogadicto de su hijo. Te quiero, llega incluso a decir Lefty mientras le besa en las mejillas.  Entonces te planteas cómo lo verá Pistone desde el interior de su cabeza, si como un medio para conseguir todas las condenas posibles, como un pringado del que no tiene nada que temer, o algo más. Pacino daba miedo en “El Padrino”, pero aquí inspira una profunda lástima y te preguntas cuántos pobrecitos matones que esperan llegar a algo hacen falta para que existan los jefazos, los que de verdad controlan el dinero y los que deciden quién va a morir.

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La película avanza con varios cambios en la cúpula de la familia. Lefty intentará congraciarse con los que empiezan a mandar, pero lo hace de una forma que no veríamos en ninguna otra película: Le compra una tarjeta de felicitación a su jefe con un mensaje (De un amigo a otro) y le mete dentro un billete de cien dólares que seguro ha tenido que pedir prestado a Donnie. Pero cuando llega el momento de los apretones de manos y Lefty se queda al margen, rompe la tarjeta (se guarda el dinero) y la arroja al mar.

Mientras vemos “Donnie Brasco” nuestra percepción sobre la mafia cambia radicalmente, porque la conocemos en un momento en que prácticamente se estaba desmoronando. Los grandes Padrinos estaban muriendo o siendo encarcelados y al mando quedaban personas que no igualarían ni su carisma ni su talento. La saga de Francis Ford Coppola nos hablará de grandes tradiciones familiares, consiglieres y bautizos, pero aquí podremos ver de una forma más realista por lo que esas personas pasan y cómo reaccionan ante ello. El personaje de Sonny Negro (el equivalente a Clemenza o Tesio en El Padrino), sabe que su ascenso implica el aumento de probabilidades de que un día cometa un error, le llamen por teléfono y le pidan que acuda a una reunión de la que no saldrá vivo.

Pues esa es la historia de la mafia, de la Cosa Nostra y de cualquier forma de crimen organizado: una aventura que los lleva a todos, más tarde o más temprano, a acabar muertos.

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‘Donnie Brasco’ no tuvo demasiado éxito en su estreno, pero desde entonces han surgido multitud de admiradores que reclaman un puesto en el Olimpo del cine mafioso para ella. A pesar de que no explora todos los temas posibles, y que los personajes podrían tener muchísima más profundidad… en resumen, a pesar de que la película podría haber pulido sus pocos defectos, es un gran entretenimiento que te aporta una mirada diferente a algo tan manido, usado y visto como son los gángsters italianos y sus platos de macarrones, capaz de hacerte dar un bote en el asiento, de provocarte una sonrisa con sus escasos momentos de humor y de apretarte el corazón en su grandiosa escena final, donde tras descubrirse que Donnie trabajaba para el FBI, piden explicaciones a Lefty por teléfono y le piden que vaya “a comparecer”. Mientras a Donnie le entregan una medalla y un cheque por valor de quinientos dólares por su servicio en una apresurada ceremonia privada, asistimos a las consecuencias de haber permitido que un federal se infiltre en la familia.  Para mí ver a un hombre ya casi convertido en un anciano diciendo que no le esperen levantado, dirigiéndose a su habitación y despojándose de todo (relojes, pulseras, cartera, documentación, una cadena a la que besa como despidiéndose de ella…) me provoca más sensaciones que cualquier otra cosa que haya visto en mucho tiempo. Es posible que Al Pacino y Robert De Niro lleven bastante sin esforzarse demasiado, pero su talento y trabajo siguen tan frescos como el primer día y   capaces de dejarnos sin aliento.

Para leer la ficha de la película, pincha aqui

‘Donnie Brasco’- La mafia a pie de calle.
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