El Museo de Arte Contemporáneo de Chicago presentó en febrero de este año la primera gran retrospectiva que se realiza en el mundo de la obra de la artista colombiana Doris Salcedo, en lo que se considera uno de los reconocimientos más importantes en sus 30 años de carrera artística. Esta misma muestra es la que hoy puede visitarse en el Guggenheim de New York y la que a finales de año viajará al Museo Pérez de Miami.
El ambicioso proyecto retrospectivo fue diseñado con el propósito de hacer visible la evolución del proceso artístico de Salcedo y como prueba de su legado.
La obra de Salcedo se caracteriza por evocar la experiencia de las víctimas de la violencia humana. La temática de sus primeros proyectos artísticos fue la relación entre la vida y la muerte, pero los testimonios de las víctimas de la violencia en Colombia la llevaron a investigar los asesinatos y las desapariciones forzadas. Esta búsqueda hace que Salcedo enfoque su interés en el dolor y la ausencia que experimentan los familiares de las víctimas.
Durante sus 30 años de trabajo ininterrumpido escarbando en la memoria hizo con ella una serie de esculturas austeras pero viscerales que ahora recorren los cuatro pisos del museo neoyorkino.
La muestra también cuenta con un cortometraje en el que se evocan obras emblemáticas y efímeras, como cuando en 2007, la artista abrió una grieta de 167 metros en el piso de cemento de la Sala de Turbinas de la Tate Modern. Esta obra, Shibboleth, fue calificada como ‘una escultura subterránea’ y según la artista, la grieta simbolizaba el agujero que hay entre la humanidad y la falta de humanidad.
El video también documenta la participación de Doris Salcedo en la 8ª. Bienal de Estambul (2003), cuando llenó el terreno vacío entre dos edificios con 1.550 sillas, formando una columna que superaba los tres pisos de altura. Esta obra considerada de ingeniería artística fue destacada como uno de los proyectos más importantes de la Bienal. Aquí el video que acompaña la muestra: