Dos actitudes: dos respuestas

Podríamos hablar de los corruptos, de los que no dan la cara ni la respuesta, de quienes encubren a todos éstos amparándose en la legalidad creada por ellos y para ellos. Podríamos deducir entonces cómo hemos llegado aquí habiendo salido de aquella grisura y fácilmente encontraríamos soluciones a nuestros problemas.

Pero ante tanta crisis, ante tanto listo que ha sabido aprovecharse de la situación, de tantas reflexiones sobre todo esto, de tantas palabras y complejidades económicas, quedémonos con estos dos ejemplos:

• Unos concejales de Murcia que durante un pleno se entretienen jugueteando con el ipad. Parece ser que uno de ellos se ha disculpado.
• Un barrendero de Madrid que, al pasar durante su ronda diaria por cierto colegio a la hora del recreo, entretiene a los niños que le están esperando con la canción de Bob Esponja. Lleva haciendo esto desde hace cinco años:

Ante la repercusión que ha tenido el vídeo en internet y temiendo la reacción de los gerentes de su empresa, este señor ha dejado de cantarles a los niños.

Podríamos hablar de los corruptos, de los que no dan la cara ni la respuesta, de quienes encubren a todos éstos amparándose en la legalidad creada por ellos y para ellos. Podríamos deducir entonces cómo hemos llegado aquí habiendo salido de aquella grisura y fácilmente encontraríamos soluciones a nuestros problemas.

Pero ante tanta crisis, ante tanto listo que ha sabido aprovecharse de la situación, de tantas reflexiones sobre todo esto, de tantas palabras y complejidades económicas, quedémonos con estos dos ejemplos:

• Unos concejales de Murcia que durante un pleno se entretienen jugueteando con el ipad. Parece ser que uno de ellos se ha disculpado.
• Un barrendero de Madrid que, al pasar durante su ronda diaria por cierto colegio a la hora del recreo, entretiene a los niños que le están esperando con la canción de Bob Esponja. Lleva haciendo esto desde hace cinco años:

Ante la repercusión que ha tenido el vídeo en internet y temiendo la reacción de los gerentes de su empresa, este señor ha dejado de cantarles a los niños.