Los “autitos de colección” de mi infancia atesoran piezas que se han conservado en un estado, casi, inmaculado. Justamente los dos Matchbox que veremos en esta nota pueden dar fe de ello. En particular porque ambos convertibles conservan sus parabrisas intactos…
Los juegos de la infancia no eran condescendientes con estos Matchbox. En especial los convertibles que recibían el primer impacto en sus parabrisas sin ninguna protección de metal. Lo más probable que en poco tiempo el parabrisas estuviera roto.
Aunque el Rolls-Royce tiene un par de rajaduras en su parabrisas, está entero. Lo cual es mucho decir para una pieza que tiene unos 50 años. Un poco más de edad tiene la cupé Mercedes-Benz, ya que es de una serie anterior a la Superfast.
En su base de metal, o chasis, el Rolls-Royce tiene estampado el año 1969, el segundo año de la serie Superfast de Matchbox. Un detalle de ambos convertibles: los dos tienen su correspondiente enganche para arrastrar un tráiler o acoplado.
Hay una nota pendiente, de esta sección “Garaje Miniatura”, con todos los Matchbox de mi infancia con enganche. Son varios. Prometo para esta Temporada 2019 una gran nota con todos estos “autitos de colección”.
Ambos convertibles tuvieron sendas notas en temporadas pasadas de esta sección, al final de esta nota les dejo los enlaces respectivos. Cuando se publicó la nota sobre el convertible Rolls-Royce se planteó, entre los seguidores de Archivo de autos, un tema con el nombre del modelo.
Es un Rolls-Royce Corniche, pero es probable que la empresa británica Lesney Products & Co. Ltd. no llegara a un acuerdo por el tema de la licencia, para el modelo a escala. Algo parecido ocurrió con el Field Car, que no es un Ford Bronco, ni un International Scout…
Hablando de licencias me topé con un dato, al escribir notas de “Garaje Miniatura”, que no había prestado la atención debida cuando era chico. Algunos Matchbox que abren sus puertas tenían licencia de la marca francesa Solido. Así es para el Mercedes-Benz 230 SL.
Eso también tiene que ver con el haber conservado las cajas de cartón originales, como llegaron a mis manos, la mayoría de mis Matchbox, desde la Librería San Agustín. Esa que estaba en la misma manzana donde estaba el edificio donde vivía en el barrio de Recoleta.
Así en una de las solapas de la tapas de la caja del Mercedes-Benz 230 SL se puede leer, en francés, que la licencia es de Solido. Marca que era competencia de Matchbox en la década del sesenta, cuando se comercializó esta cupé.
Para testimoniar este dato la última fotografía que ilustra esta nota está la caja del convertible de Mercedes-Benz. Esta licencia se repite en la Jeep Gladiator y en la ambulancia Mercedes-Benz Binz, de la serie King Size, por lo menos en las piezas que detecté esta particularidad.
La diferencia entre ambos convertibles, de dos marcas europeas, es que al Rolls-Royce, de la serie Superfast, se le abre el baúl y en cambio al Mercedes-Benz se le abren las puertas, esas de la licencia francesa. Ambos detalles muy apreciados por los chicos de los años sesenta.
Ambas piezas están en bastante buen estado de conservación a pesar de los juegos infantiles. Esos que se desarrollaban sobre la mesa libro, de formica blanca con manchas negras, que estaba en el comedor de mi casa de la infancia.
Horas jugando sobre la colcha de planchar donde la imaginación era la mejor aliada a la hora de crear mundos donde los Matchbox eran los protagonistas indiscutidos. Además de amados desde el vamos. Desde que los veía en los catálogos que me regalaban en la Librería San Agustín.
Siempre les digo a los lectores que no me considero un coleccionista. Sino que simplemente les hice caso a mis padres y cuidé a esos Matchbox, aunque jugara con ellos. El hecho de conservar las cajas de cartón, todo un plus de por sí, preservó a esos “autitos de colección”.
Además por una cuestión de espacio debía guardarlos en su lugar luego de jugar en las tardes, ya con la tarea para el hogar hecha. Ahí los Matchbox cobraban vida y venía la mejor parte de día: poder jugar. Nunca debemos perder esa capacidad. Perderla es en parte comenzar a morir…
El juego de chicos se transforma en otra cosa, pero sigue siendo un juego. Estas notas sabatinas no dejan de ser eso: un juego. Un juego entre el escritor y el lector. Además de abrir, por un rato, esa ventana al recuerdo. No con nostalgia, sino para saber qué hicimos de chicos, para saber que hacemos de adultos.
Les dejo los enlaces prometidos antes de las notas ya publicadas en el año 2016 y 2017. Ya estamos en la cuarta temporada de “Garaje Miniatura”, lo que no es poco para hablar de “autitos de colección” de la infancia:
Mercedes-Benz 230 SL: http://archivodeautos.blogspot.com.ar/2016/08/mercedes-benz-convertible.html
Rolls-Royce Silver Shadow: https://archivodeautos.blogspot.com/2017/06/rolls-royce-silver-shadow-convertible.html
Para los que tengan ganas de ver todos los “autitos de colección” del “Garaje Miniatura”, les dejo el enlace con la página donde están todas las notas publicadas hasta la fecha: http://archivodeautos.blogspot.com.ar/p/garaje-miniatura.html
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Mauricio UldaneEditor de Archivo de autos
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