Estos correlimos vienen del Ártico, donde crían en verano, y pasan el invierno en costas rocosas como esta, enfrentándose al oleaje y al viento. Verlos juntos, después de haber estado en solitario, es como un recordatorio de su necesidad de compañía, a pesar de haber recorrido miles de kilómetros desde tierras lejanas. En este rincón de la costa, parece que, tras la soledad del invierno, se preparan para el regreso, encontrando consuelo en la cercanía de su propia especie antes de emprender nuevamente su largo viaje.

Dos correlimos oscuros (Calidris maritima) juntos desde mediados de febrero, uno quizás joven, en la escollera del Port Olímpic.

Correlimos oscuro. Calidris maritima. Purple sandpiper. Territ fosc. Bécasseau violet.

Descansando con el pico entre las plumas, un momento de calma entre ellos, aunque no reflejan por completo su movimiento constante ni el sonido de las olas rompiendo en la escollera.

Correlimos junto a dos vuelvepiedras compartiendo espacio..

La escollera del Port Olímpic, refugio invernal para el correlimos oscuro.
- Todas las imágenes © Paco Torres del día 27.II.2025 en Barcelona- Entradas relacionadas en este blog: # Calidris maritima
