Aunque todavía falta más de un mes para nochebuena, se abre ya la veda de los anuncios navideños. Y el primero del que voy a hablar este año es de IKEA y llega directo desde Italia. La historia que cuenta es tan sencilla como divertida: dos desconocidos se quedan encerrados en el ascensor de la tienda con sus compras y deciden celebrar la Navidad al ver que nadie va a rescatarlos.
Aunque al principio uno de ellos se muestra un poco reticente e incluso rechaza una galleta de su compañero, pronto se contagia del espíritu navideño y se une a su nuevo amigo para decorar el ascensor como si se tratara del salón de su casa, con chimenea incluida.
Bajo el lema "We are meant to change" ("Estamos destinados a cambiar"), la pieza viene firmada por la agencia DDB Group Italia y lanza un mensaje de fuerza y superación: aunque las cosas no salgan como esperamos, siempre podemos sacarle un lado positivo y disfrutar de lo que nos pase.