Ante las declaraciones que hoy ha hecho el candidato del PNV a Diputado General de Alava solo caben dos posibilidades: que sean ciertas o que no lo sean. La intervención ha sido contundente y la acusación, gravísima. Debe responderse a ellas también de manera contundente. Y ante dos posibilidades tenemos, por tanto, dos posibles respuestas. Si las declaraciones de Xabier Agirre son falsas la respuesta debe ser una demanda judicial por parte de las personas cuyos nombres han sido pronunciados en esa intervención y que esta persona pague las consecuencias de mentir en el sancta sanctorum de la democracia alavesa y de lanzar acusaciones falsas. Si las declaraciones son ciertas Ezker Batua debe aplicar la máxima sanción posible a la persona o personas que presuntamente participaron en las reuniones de esa mesa “B” en la que supuestamente se mercadeó con votos.
Como ciudadano exijo saber la verdad. Y como afiliado a Ezker Batua exijo que se defienda la integridad de la organización y se sea coherente con los valores de la misma. Ayer se nos preguntó a la afiliación de Alava qué hacer ante una propuesta política del PNV y mayoritariamente la rechazamos. Yo estoy convencido de que toda la negociación de estas semanas ha discurrido por cauces exclusivamente programáticos. Pero no puede dejarse pasar un solo día sin dar respuesta a la intervención del sr. Agirre. Y esta respuesta debe ser proporcional a la gravedad de las declaraciones: demanda judicial o expulsiones (eso si, partiendo de la presunción de inocencia a la que tiene derecho hasta Teddy Bautista y dando la posibilidad a las partes de explicarse).