Los probioticos Bifidobacterium lactis y Lactobacillus rhamnosus, durante un pequeño estudio realizado mejoraron la presión arterial a niveles normales además los investigadores identificaron microbios y vías metabólicas específicas que podrían explicar el efecto protector de estos probióticos.
Varias investigaciones han relacionado el aumento de la hipertensión con el consumo de sal y sobretodo de azúcar. Una dieta alta en fructosa altera la microbiota intestinal, pero el tratamiento con probióticos puede restaurarla.
Los investigadores planean realizar un gran ensayo clínico para probar el efecto protector de los probióticos en personas con hipertensión.
El estudio tiende a comprobar como los probióticos ofrecen una prometedora opción en medicina preventiva para regular la hipertensión y mejorar la salud cardiovascular.