Revista En Masculino
Hola a todos, soy el Sr. Gretzky, el fantasma polaco que habita en el pasillo de esta familia tan "particular" y quería compartir con ustedes lo acontecido anoche... que es de trącać(traca).
El Muy acababa de acostarse afligido por la dolorosa derrota de su equipo nacional ante la selección carioca. Debéis saber que este personaje, cuando se va a acostar tarde, lo hace con más miedo que vergüenza; es tan simple que acostumbra a tragarse programas absurdos de fantasmas, muertos vivientes, seres de ultratumba y luego corre por el pasillo como si le fuera la vida en ello porque está seguro que se le va a aparecer el jefe indio de la reserva que está enterrado bajo el edificio en el que vive... ya os digo yo que al Muy no le da, no le da.
A lo que iba, a los pocos minutos de acostarse, little Ana empezó con un ataque de tos de los que tanto "le gustan" a su papá. Viendo que no paraba, éste decidió ir a ver qué le ocurría y a acostarse un rato con ella, si fuera necesario. El caso es que cuando se metió en la cama de 1,60 x 0,70 , Ana le soltó:
- papá, estás gordo.
Zas, en toda la boca!. Ja!. A los veinte minutos, azorado, se fue de la habitación de su hija, dejándola dormida y sin restos de tos (eso sí, mirando hacia todos los lados por el pasillo). Al meterse en la cama pensó:
- ya está, soy viejo y gordo, a mis 34... a partir de aqui todo irá, de forma irremediable, cuesta abajo.
Antes de regresar al pasillo fuí a ver cómo estaba little Ana y sin querer golpeé la pelota de Maya que tiene en su habitación. Ella abrió un ojo y, al verme, dijo:
- Oye Gre, papi es muy bueno, ha venido a darme agua y se ha acostado conmigo un ratito. Ya no tengo tos!
- Little, tu papá es un cobardica que tiene miedo hasta de su sombra, pero va a resultar que no es un mal padre después de todo...
- Tú tampoco estás mal, Gre.
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A los pocos minutos de acostarme, Ana se arrancó con un ataque de tos (llevamos un par de semanas que no acabamos de soltar esa tos perruna que tanto me desespera). No sé muy bien porqué pero si me acuesto a su lado se suele relajar bastante y la tos le va desapareciendo poco a poco.
Al llegar le di un poco de agua para aclarar la garganta y le pregunté:
- Ana, ¿quieres que papá se acueste contigo un ratito?
- Siiiii, ven, ponte aqui a mi lado...
Al meterme en su cama, ella se acurrucó a un lado para dejarme sitio... Cuando por fin cojo la postura, me espeta:
- Papá, estás "godro".
Me dió un ataque de risa que acabó contagiando a la "Muy" y allí nos tenías a las 2:20 de la madrugada riéndonos a carcajadas. Cómo ella vió que el showtime había comenzado siguió con: mamá, también está "godra", y Ana y...
Al poco rato se acabó por relajar y volvió a domirse, esta vez sin tos y agarrando la mano de su papá con fuerza. Sólo fueron 20 minutos los que aguanté encorvado y "raptado" por mi hija, pero fue uno de esos momentos que hacen que la vida valga la pena.