(Foto: Jennifer Pottheiser/NBAE/Getty Images)
Anoche se dio por inaugurada la temporada 2010-2011 en la NBA con la ceremonia del Draft. Un acto que se desarrolló sin demasiadas sorpresas, con las primeras elecciones cantadas de antemano y sin la presencia de traspasos que incluyeran a jugadores de renombre (el año pasado conocimos los trades de Shaquille O'Neal a Cleveland o Vince Carter a Orlando).
No hubo margen para el asombro en la primera elección. Como todo el mundo sabía, los Washington Wizards convirtieron a John Wall en el centro de todas las miradas y en el novato que más seguimiento tendrá la próxima campaña. Wall es un base atlético, potente, con gran capacidad de desborde y manejo de balón y mucho carisma. Le falta por pulir su tiro exterior y mejorar el control del ritmo de los partidos, pero sin duda es de esos jugadores cuyas características le harán tener un impacto inmediato en la NBA. Después de sólo una temporada en la NCAA con los Wildcats de Kentucky, Wall liderará el nuevo proyecto de los Wizards. La gran duda es saber si lo hará acompañado de Gilbert Arenas o los capitalinos traspasarán a Agent Zero para colocar a la franquicia sobre los hombros de Wall.
En la segunda posición tampoco hubo sorpresa. Los Sixers de Philadelphia seleccionaron a Evan Turner, un alero todoterreno procedente de los Buckeyes de Ohio State. Turner es un 2.03 con enorme facilidad para anotar, rebotear y asistir. ¿Os suenan esas características? Pues sí, son las mismas que las de un Andre Iguodala con muchísimas papeletas para salir traspasado. Completando el top three, los New Jersey Nets escogieron al power forward de Georgia Tech Derrick Favors, un ala-pívot físico y reboteador que puede ser el complemento perfecto para Brook Lopez en el juego interior de los Nets.
Wesley Johnson fue escogido por los Minnesota Timberwolves con el número 4. El alero de los Orangemen de Syracuse ha subido como la espuma en los mock drafts de los últimos días, y los de Minneapolis han apostado fuerte por él. Johnson es el paradigma de la mayoría de forwards que se presentaban al Draft: fuerte, ágil, físico, reboteador y además con gran capacidad defensiva. Talento joven para un equipo en búsqueda de su identidad. Tras Johnson, el elegido fue DeMarcus Cousins, número 5 seleccionado por los Sacramento Kings. Compañero de Wall en Kentucky, Cousins es un pívot con carácter, agresivo y directo en su juego, muchas veces comparado con Amar'e Stoudemire. Los Kings se deshicieron de Spencer Hawes y ahora se hacen con este jugador que puede darles un salto de calidad.
En el número 6 encontramos a otro interior como Ekpe Udoh, elegido por los Golden State Warriors. El ex jugador de Baylor será otra pieza joven en el puzzle del equipo de Don Nelson, sobrado de talento ofensivo pero falto de una consistencia que puede aportar Udoh. Su llegada implicará la más que probable salida de Andris Biedrins. Con el número 7, los Pistons seleccionaron a Greg Monroe, un pívot old school que deberá aportar el poderío y la presencia de las que adolece el frontcourt de los de Detroit. Un puesto más abajo (pick 8), Los Angeles Clippers se hicieron con Al-Farouq Aminu, un ala-pívot poderoso y reboteador que aportará profundidad al juego interior angelino, que por fin contará con un recuperado Blake Griffin. En el número 9, los Utah Jazz escogieron a Gordon Hayward, el principal artífice del milagro de la universidad de Butler, que sorprendió a todos plantándose en la gran final de la NCAA hace unos meses. Hayward es un alero versátil, muy del estilo de lo que gusta en Salt Lake City. Era además el gran sueño de los Indiana Pacers, que anhelaban hacerse con un héroe local para revitalizar a su público. Sin embargo, los Jazz les ganaron por la mano, e Indiana tuvo que conformarse con escoger con su pick 10 a Paul George, un alero anotador que se ha metido por sorpresa entre los diez primeros después de unos excelentes workouts.