Una de mis aves favoritas es el pecho amarillo común o dragón (Pseudoleistes virescens) que anda siempre en bandadas bullangueras que buscan insectos y semillas en el suelo, mientras uno o dos pájaros quedan posando en puntos altos para alertar sobre alguna amenaza. Son aves que así y todo son bastante confiadas y muchas veces he podido acercarme hasta nos 3 metros de distancia o menos.
A estas las saqué con las primeras luces del día una fresca mañana de fines de mayo, en el momento de las tomas la bandada posaba sobre un alambrado y algunas plantas que crecían en la zanja que quedaba entre el alambre y la calle; mayormente tomaban los débiles rayos de sol y se acicalaban el plumaje.
Es notable ver como cambian la percepción de los tonos del plumaje de acuerdo al fondo que haya, notándose la coloración amarronada en fondos oscuros, verdosos, pardos o amarillentos, en cambio da la sensación de ser negro o marrón muy oscuro cuando el fondo es claro o azulado, más aún se da esta percepción óptica cuando la luz es difusa como cuando está en sombra y con el fondo iluminado.