Hoy nos gustaría dedicar este artículo a aclarar ciertas dudas que aún hoy día siguen presentes en gran parte de la población acerca de las drogas. Nos referimos a algunos conceptos que rodean a la ingestión de sustancias psicoactivas y que tienden a confundirse unos con otros, sin estar demasiado claro que involucra cada uno. Hablamos de la diferencia entre consumo, abuso, intoxicación y dependencia.
El consumo de sustancias no es más que la ingestión de éstas en cantidades moderadas, de manera que no existe una interferencia significativa en el funcionamiento social, educativo u ocupacional del individuo. Así, bebernos una simple taza de café por la mañana o tomarnos una copa con un amigo serían ejemplos de consumo de sustancias.
Por otro lado, para hablar de abuso, sí que habría que percibirse una alteración en las áreas anteriormente mencionadas tras la ingestión continuada de la sustancia. Por lo tanto, si están afectadas nuestras capacidades de atención o concentración, si cometemos delitos bajo su efecto o si nos ponemos en riesgo a nosotros mismos o a los demás al conducir torpemente tras su excesivo consumo, hablaríamos entonces de abuso. La principal diferencia con el concepto anterior suele estar en la cantidad ingerida y en el patrón de consumo.
Cuando hablamos de intoxicación, la persona en cuestión experimentaría una serie de síntomas serios a consecuencia de la ingestión también excesiva de la droga. Así, desviaciones del juicio, cambios del estado de ánimo o una menor habilidad motriz podrían ser claros ejemplos. El aspecto diferencial con respecto al abuso es que mientras este suele darse de una forma continuada, siendo más bien un patrón de uso patológico de la sustancia, en el caso de la intoxicación los síntomas pueden ocurrir en cuestión de horas o incluso minutos por consumir cantidades excesivamente elevadas puntualmente, así como por la poca adaptación de la persona a este consumo.
Finalmente, para acabar de rizar el rizo, la dependencia sería el término más utilizado para definir una adicción. En este caso, la persona necesitaría cantidades cada vez mayores de la droga (tolerancia) para experimentar los mismos efectos. Podríamos decir entonces que un abuso de sustancias podría llevarnos a una dependencia, en el sentido de acabar modificando la reacción de nuestros receptores cerebrales ante tal uso.
Esperamos no haberos liado aún más…
foto|africa