¿Sabías que ingerir de forma controlada una cantidad determinada de bacterias podría ayudarnos a combatir la depresión o la ansiedad? Así lo afirma un estudio realizado por investigadores irlandeses y publicado en la revista Society of Biological Psychiatry, según el cual al manipular estos psicobióticos y alojarlos en nuestro intestino a través de la alimentación, podríamos obtener efectos beneficiosos que nos ayudarían a combatir determinados trastornos mentales.
Estudios previos han puesto de manifiesto que ya de por sí existen ciertos microorganismos que ejercen una influencia decisiva en la aparición de ciertos desórdenes mentales, como es el caso de la sífilis y su vinculación con la demencia. Siguiendo esta lógica pero de forma inversa, el futuro quizá esté en la comercialización de determinados productos debidamente constituidos por estos "bichitos", orientados sobre todo a aquellas personas que no respondan demasiado bien a los tratamientos convencionales.
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