Revista Psicología

Duelo

Por Eredolosi @redolosi

 

Desde el pasado mes de diciembre he estado supliendo una baja maternal de atención psicológica en el cementerio mancomunado de la bahía de Cadiz. Aunque yo llevaba grupos de duelo en la Asociación Española contra el cáncer, esta nueva actividad se ha diferenciado en que se centra en padres que han tenido la experiencia de perder a un hij@.

La experiencia ha sido muy enriquecedora tanto a nivel personal como profesional, he conocido a personas extraordinarias y valerosas que me han hecho sentir muy a gusto entre ellos. He encontrado a personas fuertes y comprensivas dedicadas a ayudar a otros padres para que encuentren la esperanza y la paz en sus vidas.

Duelo es una palabra que proviene del término latino “dolus” que significa dolor. La muerte de un ser querido es uno de los acontecimientos vitales más estresantes a los que ha de hacer frente el ser humano y el proceso de duelo es un proceso natural que puede conducir a la adaptación y aceptación de la nueva realidad. El dolor es una emoción universal pero también es una experiencia única y muy personal, por lo tanto no todas las personas vivirán este proceso de la misma forma.

Durante los años que llevo tratando a personas en proceso de duelo he aprendido que cada uno vive el dolor a su manera, que no existe una única forma de afrontarlo y que cada uno tiene que hacerlo a su forma. También he aprendido que hay que llorar desde el principio o por lo menos hacer frente al dolor desde el primer instante. A muchas personas se les “prohíbe” llorar o se le administra fármacos lo cual provoca que no  se le deje elaborar de forma satisfactoria su dolor.(Quiero recalcar que cada situación es distinta y debe valorarlo un profesional cualificado puesto que hay personas que si necesitan algún tipo de relajación exterior). No obstante, es cierto, que tememos ver a los demás llorar cuando es una expresión más del ser humano y por ello hay que dejarla fluir libremente.

La mayor atención que está teniendo el duelo en los últimos años es debido a que se ha investigado que muchos duelos terminan siendo una enfermedad. La muerte es un proceso natural de la vida al que todos vamos a llegar pero es cierto que no nos gusta hablar de ella y si nos pasa muy de cerca y no la aceptamos podemos terminar padeciendo un trastorno o enfermedad y la necesidad de medicarnos de por vida. Como los estudios demuestran que existen muchas personas que no han superado una muerte o el proceso del duelo se ha vuelto patológico han visto la necesidad de intervenir desde el primer momento para que así la persona pueda atraversar estos duros momentos de la forma más natural posible y alcanzar un estado feliz tras la aceptación de la pérdida.

A continuación os pongo brevemente las distintas etapas que forman el duelo. Todas las personas no pasan por todas las fases ni en el mismo orden, dependiendo de otras circunstancias personales.

  1. Desconcierto y embotamiento: se caracteriza por un sentimiento de irrealidad. En un inicio, puede ser considerado como factor de protección ante el dolor producido por el fallecimiento del ser querido.
  2. Anhelo y búsqueda de la pérdida: se caracteriza por una añoranza del fallecido, llanto frecuente, con periodos de ansiedad que pueden manifestarse a través de la rabia, el autorreproche. Es frecuente que puedan aparecer desajustes en los hábitos de sueño y alimentación, así como disminución en la capacidad de atención y concentración. Puede aparecer una necesidad de buscar y encontrar al fallecido.
  3. Desorganización y desesperación: caracterizada por la toma de conciencia del fracaso de la búsqueda y que se manifiesta con largos periodos de apatía, desesperanza, tristeza, fragilidad física. En esta fase pueden producirse alucinaciones hipnagónicas, o sentir la presencia del fallecido.
  4. Reorganización y recuperación: se caracteriza por una adaptación progresiva a la nueva realidad, aumento de la motivación e interés por las cosas. Al final de esta fase aparecerán la preocupación por la imagen y el deseo sexual.

El trabajo que realizamos los profesionales de la psicología en este campo es detectar que factores impiden a la persona elaborar el duelo de forma satisfactoria.

Personalmente, y esta idea es totalmente subjetiva pero extraída de la experiencia de hablar con tantas personas en duelo, creo que algo existe más allá y que aquí no acaba todo. Que nuestras energías continúan…

Mi agradecimiento a todas las personas que han compartido su dolor conmigo y me han hecho partícipes de sus más íntimos sentimientos. Gracias de corazón…

Aprovecho para mandar fuerzas y energías a tod@s l@s que estén atravesando en este momento el camino del duelo.


Volver a la Portada de Logo Paperblog