Empezamos fuerte el 2017: si alguno se pensaba que este parón bloguero me había ablandado, va mal encaminado. La verdad es que J me ha animado con este post, así que ¡la culpa es suya! :P
Va, en serio, estos últimos meses hemos disfrutado de cenas, comidas y desayunos, y entre ellos, nos ha dado por la ruta del chuletón bilbaíno (con permiso de mi querido amigo de "La mejor chuleta de Bilbao"), y señores, aquí el debate está servido. Seguro que muchos de vosotros tenéis vuestro lugar preferido, la catedral del chuletón donde lucirse ante amigos y familiares. A algunos seguro que os ha venido a la mente ese restaurante de fama internacional (es decir, más allá del Nervión), que para eso contamos con unos cuantos lugares donde disfrutar de este manjar. Yo voy a concretar un poquito más, comparando a dos grandes de los grandes, en plan duelo: Kas naranja vs Kas limón, la Pantoja vs la Jurado, o en nuestro caso, Goizeko Izarra vs Indusi.
He de decir, que me está costando escribir este post, es como decidir a quién quieres más si a papá o a mamá, pero vamos, que J me ha picado, y aquí estoy, dando guerra un 2 de enero. Voy a ir un poco más allá de la chuleta, ya que (qué cosas) en la mayoría de los restaurantes de este tipo suelen tener una carta similar.
Día 1, nos vamos J y yo de cena a Indusi, un jueves cualquiera, Bilbao con jaleo, pero sin agobiar. Nos atiende una chica rubia, de pelo corto, seria, pero muy amable. Nos acompaña a la mesa, y nos acera la carta y la de vinos, cartas que ni leemos, vamos a tiro hecho: ensalada de ventresca, chuletón para dos y apunta los postres también, que aquí es delito no terminar con la torrija. Para beber, Itsasmendi 7, y no me vengáis con los colores del vino, ¡que nos conocemos! No soy capaz de beber un tinto, sorry, alguna tara tenía que tener. Nos encanta esta ensalada en Indusi, con unos lomos preciosos de ventresca, pimientos, anchoas y algo de verde, más bien presencial. Llega la chuleta, en su punto, tanto cocinada como de cantidad, perfecta para una cena, para dos, y con una petarda que come algo menos que su querido acompañante. J arrasa con las patatas, caseras y recién hechas, mientras yo dejo hueco para el postre. ¡LA TORRIJA! Sé que la de Josemi de Aizian no es superable, pero en serio, ésta, se acerca mucho. Y entre ensalada, chuleta y postre, copa a copa nos bebemos la botella de Itsasmendi, tan a gusto, mientras los camareros se acercan para saber si todo está bien. Risas, vaciladas varias de J, y la cuenta, que ahora no recuerdo exactamente pero que rondaba los 90€ (lo sé por la referencia con Goizeko Izarra, ¡sigue leyendo!)
Chuletón en Indusi
Dia 2: Le vamos pillando el gusto a esto de salir los jueves, tomar algo, y acabar cenando tranquilamente por ahí, como si fuese sábado. Molan los jueves que parecen sábados, ¡aunque no lo sean! Nos vamos de cena a Goizeko, previa reserva (indispensable). Nos atiende un señor de lo más serio, que nos acompaña a la mesa, y con su mismo tono serio, nos recomienda un vino (tinto). No gracias, al blanco que me voy. Abrimos la carta, y ¡sorpresa! Hay ensalada de ventresca, chuletón y para beber Itsasmendi 7, más caro que en Indusi. Casi hacemos pleno buscando la torrija, pero nada, tuvimos que elegir entre arroz con leche, cuajada, flan, goxua y nomeacuerdomás. En mala hora escogí el goxua, imposible comerlo de lo dulce que estaba. Llegó la ensalada, con base de cogollos y escasa ventresca, y claro, las comparaciones son odiosas, pero J y yo no pudimos evitarlo: punto para Indusi. Seguimos con la chuleta: no sé si era el cómo estaba cortada, el hueso, o todo en conjunto, pero me pareció ¡que ahí había demasiada chuleta! La verdad es que tanto en Indusi como en Goizeko Izarra, la carne está deliciosa, así que aquí, hubo empate. Terminamos con el postre, esperando poner un buen broche final a la cena, pero nada, nuestro gozo en un pozo.... de azúcar. madre mía, creo que ese goxua tenia azúcar como para medio año, no pudimos terminarlo, así que de nuevo, punto para Indusi.
Chuletón en Goizeko Izarra
Al pagar, la diferencia entre uno y otro, con el mismo vino y menú casi calcado, fue de 20€ más caro en Goizeko Izarra, que visto así, piensas, ¿y dónde se han ido esos veinte lereles? Pues no andaba yo mal encaminada, cuando la chuleta que nos sirvieron en Goizeko, y que no pudimos terminar pesaba 1.300gr en mi opinión, demasiado para una cena y con una mindundi como yo a la mesa; 200gr más que la de Indusi, donde creo que la ración era mejor, y que además nos avisaron de antemano que solía rondar ese peso.
En fin, queridos, ahora es cuando se abre la veda: ¿Indusi o Goizeko Izarra? Si es por el chuletón, me quedo con los dos, pero mi experiencia personal me ha llevado a repetir en Indusi.