Dulce de coco en barras
El sabor del dulce de coco me transporta a mi infancia. A esos sabores y olores de la casa de mi querida y adorada abuela doña Ramona, o como todo el mundo la conoce, doña Roma. Este tradicional dulce caribeño es unas de sus especialidades. No hay forma de describir el sabor de este dulce recién hecho en una paila o en un caldero enorme de aluminio que se hacía en el patio en un fogón de leña. Se hacía en grande cantidades para toda la familia, y para que durará unos días en la mesa.
Doña Roma es una persona muy sabía. A la hora de hacer el dulce era una generala que delegaba y dirigía su pabellón. Ella supervisaba el dulce, mientras mis tías y las personas que ayudaban en la casa hacían el dulce. Dos de mis pobres tías tenían que pelar y rallar kilos y kilos de coco. Pero, las que más lástima me deban, eran las que tenían que hacer el dulce. Mientras mi abuela las observaba, ellas movian y movian el dulce bajo un fogón de leña infernal que les quemaba la cara.
(foto del internet)
Los chorros de sudor le corrían por el rosto y terminaban el la paila. Pensándolo bien, creo que el sudor y el esfuerzo de tanto mover el caldero, era lo que le obtorgaba ese rico sabor al dulce. Sin embargo, esta tradición se fué muriendo según mis tías se fuerón casando. Digamos que no quedaba quien pelara, rallara, y moviera la paila con el coco.
Hoy en día solo se hace durante las fiestas patronales del pueblo, y durante la semana santa cuando mi abuela tiene disponible un nuevo batallón de niet@s para dirigir y delegar. Mientras los niet@s hacen el dulce usando el mismo fogón de leña, una paila y una cuchara de madera, mis tías y mi abuela se reúnen en el patio para recordar entre risas aquellas anécdotas que no volverán.
Hay muchas maneras de hacer este dulce. Sin embargo, la receta que les progondo hoy es la receta que ha pasado de generaciones a generaciones en mi familia. Más que una receta, es el método de hacer este dulce lo que importa. Esta receta perteneció a la madre de mi abuela o a mi bisabuela ,la cual murió cuando yo tenía unos 8 años .
Bueno vamos a la receta
Utencilios:
Un caldero de aluminio o de hierro y una cuchara de madera:
El caldero es el utencilio principal para hacer este dulce. A mi me encantan las ollas modernas que cocinan en un cerrar y abrir de ojos, nunca salen de mi cocina. Sin embargo, a la hora de hacer dulce no son las ideales. Simplemente el dulce no coge color y no cuaja. Por esta razón mi abuela siempre usaba una paila, caldero,o olla enorme de aluminio.
Tiempo y brazos para mover el dulce:
El dulce toma alrededor de 3- 4 1/2 horas para elaborarse. Por lo menos durante la última hora, hay que mover ese dulce como si mañana no existiera. Por esta razón recomiendo hacer el dulce junto con otra persona. Cuando una persona se cance de mover, la otra continuará moviendo el dulce. Esta receta toma tanto tiempo; porque el coco necesita mucho tiempo para cocerse bien. Es imposible cocinar el coco en una hora, y que el coco no quede crudo.
Necesitaremos un pedazo de madera o bandeja mojada para estirar el coco después de cocido.
Ingredientes:
2 cocos secos, pelados y rallados (pinche la palabra cocos, pare el enlace de como sacar, pelar y rallar un coco)
12 litros de agua o 3 1/2 galones de agua
3 1/2 taza de azúcar
4 onza o 1/4 de libra de batata (boniato)
un poco de sal
una lata de leche evaporada
una ramita de canela
Preparación:
Ponemos en un caldero grande de aluminio o de hierro: el coco, una 1/3 parte del agua y una taza de azúcar moviendo de vez en cuando. Dejamos que el agua se reduzca casi hasta hasta el fondo del caldero. Esto tomará alrededor de una hora. Luego, volvemos y agregamos la mitad del agua que nos quedaba y una taza de azúcar y volvemos a mover de vez en cuando el caldero. Dejamos que se reduzca alrededor de otra hora.
Mientras el agua se reduce por segunda vez, ponemos la batata o boniato a hervir con un poco de sal. Cuando la batata esten blandas, retiramos del agua y majamos en forma de un puré, y reservamos.
Cuando el coco halla consumido la mayoría del agua, lo probamos con otra cuchara para verificar la coción del coco. Sí el coco se siente crudo agregamos la última parte de agua con otra taza de azúcar. Dejamos que se reduzca mucho más de la mitad y agregamos la leche evaporada y el boniato o batata majadas. Dejamos consumir la mezcla mucho más de la mitad. Aprobamos la mezcla si necesitamos más azúcar agregamos la 1/2 taza reservada.
Ahora, si el coco se siente tierno con suficiente cocción agregaremos la batata, la leche evaporada y vereficamos la cantidad de azúcar, lo más probable necesite el azúcar restante que reservamos. Sí el coco se encuentra cocido, omitir el resto del agua que falta. Porque no tendrá ningún uso continuar cociendo el coco. En este punto en adelante, lo que nos interesa es reducir el liquído y cuajar el dulce.
Un tip sobre el coco: El coco absorve mucho el azúcar, puede ser que sientan muy dulce en este punto, pero cuando se enfríe no sabra igual. Sabrá mucho menos a azúcar que cuando lo probamos y estaba caliente.
Cuando el coco empieze hacer burbujas; bajamos el fuego a medio, y empezamos a mover sin parar. Este paso es muy importante para que no se pegue al fondo de la olla. El coco cambiará de consistencia de mermelada a ponerse bien difícil de mover con la cuchara. Si quieren lo pueden apagar cuando lo vean con consistencia de mermela, dejarlo enfríar y conservarlo en la nevera. Lo pueden usar como una mermelada.
Sin embargo, a mi me gusta el dulce de coco en barras. Para que el coco llegue a este punto es necesario dejar que consuma todo el liquído, y que no se puda mover más con la cuchara. El dulce se pondrá bien brilloso y se pegará bien fácil al fondo.
En los últimos minutos de la elaboración del dulce, el coco se unirá en una gran masa haciéndolo bien difícil de moverlo con la cucharada. Por último apagamos el fuego.
Luego, mojamos la madera con agua y vertemos el coco. Esparcíamos el dulce con una espátula (humedecia con agua) por toda la tabla. Cubrimos el coco con servilletas y lo dejamos enfríar. Para que el dulce se pueda unir debemos dejarlo en la tabla un par de horas, o de un día para otro.
Después de pasar un par de horas, lo podemos cortar como queramos. Yo use un cortador cuadrado para cortarlo, y le hice una diagonal al cuadrado para hacer unos triangulos con el dulce.
Listo!
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