Gaviota reidora (Chroicocephalus ridibundus)
Amadas y odiadas a partes iguales, al menos entre los aficionados a las aves, lo que no se puede negar es que las gaviotas son todo un carácter.
Son muchas sus víctimas; desde limícolas o charranes a los que roban el alimento recién capturado; pequeños y agotados pajarillos que son apresados cuando surcan los mares en sus migraciones; rapaces atosigadas y puestas en fuga sin contemplaciones; hasta sus propios congéneres tienen que soportar su "mal carácter".
Gaviota reidora (Chroicocephalus ridibundus)
En esta ocasión dos gaviotas reidoras se disputaban un puesto de privilegio frente a varios cormoranes moñudos que pescaban en la orilla.
Gaviota reidora (Chroicocephalus ridibundus)
Comienzan las escaramuzas...
Gaviota reidora (Chroicocephalus ridibundus)
Gaviota reidora (Chroicocephalus ridibundus)
Gaviota reidora (Chroicocephalus ridibundus)
Gaviota reidora (Chroicocephalus ridibundus)
Los revolcones son inevitables...
Gaviota reidora (Chroicocephalus ridibundus)
Gaviota reidora (Chroicocephalus ridibundus)
Sin embargo daba la impresión de que no buscaban puntos vitales como la cabeza y se limitaban a demostrar su fuerza desequilibrando a su rival lanzandose picotazos a las alas.
Gaviota reidora (Chroicocephalus ridibundus)
Gaviota reidora (Chroicocephalus ridibundus)
Finalmente una de ellas decidió que aquello ya era suficiente y dejó a la vencedora reinando en solitario... aunque los cormoranes (y el posible botín para las gaviotas) ya se habían largado con viento fresco.
Gaviota patiamarilla (Larus michahellis)
En Santoña esta gaviota patiamarilla anillada en Bermeo (Vizcaya) el 15/06/2013 (O-BLY) llamó mi atención por su peculiar postura.
Viéndolo con detalle se aprecia la avería que tiene en su extremidad derecha, con un sedal enrollado y apretándola hasta el punto de que probablemente se engangrene y pierda el pie y consiguientemente la anilla.
Preguntado el especialista Antonio Gutiérrez sobre las posibilidades de supervivencia de este ejemplar cuando pierda el pie, no tuvo la menor duda.
¡¡Sobrevivirá!!
Y es que estas aves son duras de pelar y si no sólo tenéis que ver la foto que me envió.
¡¡Todo un ejemplo de adaptación y dureza!!