Revista 100% Verde

E-gas, alternativa viable para los combustibles fósiles

Por Ecointeligencia @ecointeligencia

Esquema del planteamiento sostenible del e-gas de Audi

De todos son conocidos los problemas que se derivan del uso de los combustibles de origen fósil que empleamos en nuestros principales medios de transporte. De los medioambientales solemos hablar a menudo: emisiones de CO2, procesos extractivos agresivos, vertidos contaminantes, entre otros. Pero hay otros aspectos económicos (precios al alza) y sociales (acceso difícil al recurso para ciertos colectivos) que hacen que cualquier proyecto que nos ayude a reducir la dependencia de éstos, consideremos que sea un proyecto ecointeligente.

En esta ocasión vamos a conocer la planta de 4.100 m2 que acaba de inaugurar Audi en Werlte (Alemania) para producir lo que ellos llaman el e-gas. Con este proyecto, la firma alemana toma la delantera en este tipo de desarrollos relacionados con la movilidad sostenible al ser la primera compañía con una fábrica propia de combustible alternativo al petróleo, que no es de origen fósil y que no depende de las reservas de la Tierra.

El e-gas es un gas metano sintético que es prácticamente igual que el Gas Natural Comprimido (GNC) que se suministra en algunas gasolineras.

Esta planta piloto se puede convertir en una revolución tecnológica completa que trascienda a la compañía de automóviles, ya que, aunque el resultado es un producto que ya se encuentra en el mercado, supone un avance en tres campos medioambientales estratégicos: el almacenamiento de energía renovable, la captura del dióxido de carbono, y el desarrollo de la pila de combustible de hidrógeno.

Planta de Audi en Werlte (Alemania) para la fabricación de e-gas

Para hacer funcionar la planta lo primero que se necesita es la energía, en este caso de origen renovable. En esta fase del proyecto, un consorcio liderado por Audi financió la construcción de 4 grandes plantas de energía eólica marina en el Mar de Norte, con una capacidad de generación de energía de 3,6 MW cada una de ellas. Situadas lejos de la costa pueden producir alrededor de un 40% más que las estaciones en tierra y vierten la electricidad en la red eléctrica convencional. La planta de e-gas se ha diseñado para consumir los exceso de producción de estas plantas, como suele pasar por la noche cuando el viento es fuerte y hay poca demanda.

Una vez que tenemos electricidad el siguiente paso es utilizarla para producir hidrógeno. Por medio de la electrólisis, la molécula de agua se rompe liberando hidrógeno y oxígeno. Cuando hemos separado el hidrógeno, éste ya se podría utilizar como combustible en las conocidas pilas de combustible de hidrógeno, pero a la vista del poco desarrollo de la red de puntos de recarga, en Audi han decidido transformar este hidrógeno en metano. Aquí aparece la otra aportación interesante de este proyecto, conocida como metanización: el hidrógeno se mezcla con CO2 procedente de una planta cercana  de biogás donde se incineran residuos orgánicos, y así se produce metano sintético y agua.

Las emisiones de CO2 que se liberan de la combustión de estos motores es la misma cantidad de CO2 que se fijó al producir el metano

Las estimaciones son que por cada 2.800 toneladas de CO2 absorbidas al año, se producen 1.000 toneladas de metano sintético. Se calcula que la potencia necesaria sería de 6.000 kW al año y que con esta producción 1.500 vehículos podrían recorrer anualmente 15.000 km.

Unidad de metanización de la planta de e-gas de Audi en Alemania

Como podemos observar, esta firma apuesta por el hidrógeno aunque hoy en día los procesos involucrados sean ineficientes, por ser necesaria más energía para descomponer el agua que la que se obtiene luego al usar el hidrógeno como combustible. Aunque el balance energético no sea todavía positivo, el aprovechamiento de los excesos de energías renovables que de otra manera se perderían, hacen de esta planta un avance significativo como opción de almacenamiento para energías de fuentes renovables.

Actualmente la electrólisis tiene eficiencias del 70 al 80 %

El metano sintético se puede volcar a la red de gas natural, al ser más de 90% metano en su composición. Esta red alimenta a su vez a la red de estaciones de servicio de Gas Natural Comprimido, que cuenta en Alemania con más de 900 puntos.

Audi promete para finales de 2013 el lanzamiento de un modelo que podrá funcionar con gasolina, gas natural, biometano ó e-gas.

¿Qué te parece este proyecto?

¿Lavado verde ó innovación sostenible?


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