Hoy quiero compartir con vosotros mi experiencia gastronómica en el restaurante EAST 47 que se encuentra en el interior del Hotel Villa Real (Plaza de las Cortes, 10 - Madrid), frente al Congreso de los Diputados.
El restaurante tiene una decoración actual, moderna, que podemos decir que pasa inadvertida pero que confiere un clima muy agradable a la estancia. Es amplio, las mesas tienen una buena separación, quizá por la ubicación del restaurante que lo orienta mucho a las comidas de trabajo.
Al margen de los restaurantes con estrella Michelín ubicados en hoteles, quiero señalar que hoy en día los hoteles se han convertido en centros gastronómicos en los que se hace una cocina, en general, muy buena, por lo que hay que dejar atrás los prejuicio que existen hacia estos locales ubicados en hoteles.
En este caso es un lugar para amantes de la buena mesa, ya sean comidas de trabajo, o con amigos y porque no, en pareja, aunque "a priori" no se pueda decir que es lugar romántico o envuelto en un halo de misterio. Predomina sobre todo, la buena comida.
Los platos en general han presentado una esmerada presentación, una cantidad correcta y todos ellos una calidad que demuestra el buen hacer de la cocina.
Reservé a través de la web de ElTenedor. Habitualmente cuando salgo a comer o cenar elijo los restaurantes a través de su web, normalmente es posible encontrar restaurantes de cualquier precio y estilo con importantes descuentos y promociones. En el caso del East 47 propone habitualmente descuentos importantes en los platos de comida, la bebida no entra.
- Enlace para reservar: East 47
- Dirección: Plaza de las cortes, 10.
- Precio medio: 30€/pax con descuento, 45€/pax sin descuento.
Comenzamos con un aperitivo de almendras fritas, empanada y un aceite de oliva, variedad Arbequina, de Lérida. Lo acompañan con una variedad de panes. Destacar el aceite, perfecto y equilibrado.
Tomamos dos primeros. Vitello Tonato, es un plato italiano compuesto por una base de tartar de atún, acompañada de roast beef y de mahonesa de atún. Estaba muy bueno, con un sabor potente a atún, pero en su justa medidas para no ser un plato pesado. Quizá se aparta un poco de cómo se prepara en Italia, pero ha merecido la pena probar el plato.
Seguimos con una Crema de Espárragos Blancos con Guacamole y Tiradito de Lubina. Un acierto haber pedido este plato. Una crema suave de espárragos, con unos trozos generosos de lubina que le conferían al conjunto un sabor muy rico. Además, lo presentan frio, como si de un gazpacho se tratara, por lo cual es un plato veraniego 100%.
Como platos principales tomamos el Tartar de Buey con patatas fritas, un Ravioli de Txangurro y Langostino con su Bisquet y Pluma Ibérica con Mojo Picón y Gajos de Patatas . Se agradece, como es este caso, que las patatas que acompañaban el tartar y la pluma ibérica eran nuevas, de muy buena calidad y recién hechas.
El Tartar de Buey estaba muy bien aliñado, suave, destacando el sabor de la carne sobre todo. Tan solo aprecié que no tenía huevo, por lo que se pierde esa huntosidad habitual de los tartar, a cambio, se respeta el sabor original de la carne. Un plato particular. Yo soy amante de este tipo de plato y me gusta más con una yema de huevo bien mezclada.
El Ravioli de Txangurro fue el mejor plato de la comida. Un relleno de txangurro y gambas con un gran sabor, acompañado de un suquet de marisco que en sí mismo era una crema de marisco de calidad. El relleno estaba muy jugoso, lo que se agradece en este tipo de platos. Me dieron ganas de repetir. Un plato de éxito, para triunfar si lo aconsejáis.La Pluma Ibérica fue el plato más tradicional que pedimos. En estos platos se ve como se trabaja en las cocinas, ya que al ser platos simples los fallos se notan rápidamente. En este caso, la materia prima, la pluma, era de calidad y estaba perfectamente tratada, presentada en su punto justo.
Servicio y ambiente
El servicio fue excelente, pendientes en todo momento, interesados en si gustaban o no los platos, pero sin abrumar. Amabilidad total.
El ambiente fue tranquilo, no había muchas mesas, pero tal y como he comentado, al estar muy separadas no había interferencias en las conversaciones. Buen ambiente.
Conclusión final
Balance muy positivo. Cuidan mucho la materia prima, tanto por la calidad como por el tratamiento de la misma, y en los platos más elaborados cumplen con creces las expectativas que se te crean cuando lees la carta. Además, su carta es muy sugerente, hace difícil la elección porque la mayoría de los platos son muy atractivos y sugerentes. Es un restaurante para ir más de una vez. Te vas con esa sensación de ..... "me gustaría haber probado el plato de ........", tendremos que volverá probarlo.
Tienen una carta de vinos muy completa, en la que están representadas casi todas la DO del país.
Muy recomendable, porque además de lo comentado acerca de los platos, si haces la reserva con El Tenedor suele tener el 50% de descuento en carta, lo que da lugar a que la relación calidad-precio sea excelente.