Ébola eres tú

El ébola no llegó a España el 7 de Agosto de 2014 cuando aterrizó el médico Miguel Pajares – no diré que era religioso porque me da igual sus creencias y sí me importa que estaba en África desempeñando una labor humanitaria – . El ébola lleva instalado en nuestro país desde el  20 de Noviembre de 2011 el día de las últimas elecciones generales.

El ébola obtuvo la escalofriante cifra de 10.866.566 votos, un 44,63 % de los sufragios y obtuvieron 186 escaños. A partir de ese momento, el ébola corrompió todo nuestro organismo pasando a convertirnos en un Estado enfermo, con diagnóstico fatal.

El 22 de Diciembre de 2011 el ébola nombró ministra de sanidad, servicios sociales e igualdad a Ana Mato Adrover que también es ébola. La elección de una politóloga como ministra de sanidad es una irresponsabilidad de gran calado. Lo es más cuando la elegida jamás trabajó ni gestionó un hospital o cualquier cosa que se le parezca. En cualquier otro sector estaríamos hablando de un caso grave de intrusismo profesional. En cuanto a ministros, no es la primera vez que pasa esto ni será la última.

Ana Mato Adrover (en adelante ébola) pertenece al llamado “clan de Valladolid”, comandado por Jose María Aznar y sus esbirros eran Miguel Ángel Rodríguez, Pilar del Castillo o Jesús Sepúlveda (ex marido del ébola). Repasando el “currículum vitae” de Ébola no vemos ningún mérito que nos permita saber por qué ha llegado a ministra. Está salpicada, junto con su exmarido, en la “red Gurtel”. La ONIF (Oficina Nacional de Investigación contra el Fraude) acusa al ébola y a su exmarido de haber recibido en efectivo 21.300,00 € entre 2002 y 2005, igualmente habla de anotaciones sobre viajes en avión pagados por Francisco Correa, el director de la trama, a la familia de ébola, gastos disparatados en cumpleaños infantiles, comuniones, bolsos de marca e incluso coches de alta gama y también de gama media.

En cualquier país normal, en donde el rasero de la dignidad fuese razonable, la implicación de la ministra Ébola sería suficiente para que voluntariamente cesase de su cargo público como ministra. En cualquier país menos normal, si ébola no dimitiese, sería destituida. Aquí no pasa nada, ni pasará.

Una vez que no ha dimitido, solo nos queda centrarnos en su deficiente gestión. La sanidad pública española ha sido devastada, recortada y vilipendiada por ébola. La FADSP (Federación de Asociaciones en Defensa de la Sanidad Pública) advierte de que el gasto sanitario por persona ha bajado un 10,4 % por habitante desde 2010 hasta hoy. Eso es un gran tijeretazo, y es todo lo contrario a lo prometido antes de las elecciones.

Ya que sabemos que la gestión de ébola al frente del ministerio de sanidad solo sirvió para empeorar la sanidad entremos en el caso del virus. Personalmente, me parece bien traer a morir a casa (o a intentar vivir) a quien ha dado su tiempo y vida por lo demás sin entrar a valorar sus creencias más íntimas que me resbalan mucho.

Anteriormente, el hospital Carlos III de Madrid era el centro de referencia para el diagnóstico y tratamiento de pandemias y enfermedades emergentes contando para ello con las infraestructuras adecuadas (habitaciones con presión negativa, laboratorios especializados, centro aislado y tamaño adecuado para proceder a una cuarentena)  y el personal adecuado (especialistas en enfermedades infecciosos, protocolos adecuados…). En Noviembre de 2013 el hospital Carlos III se integra como centro dependiente del Hospital La Paz procediéndose al cierre de muchos servicios (de algún lado tiene que salir esa reducción de gasto del 10,4 % por habitante en sanidad).

El 28 de Abril de 2014 se designa al hospital La Paz como centro de referencia para el diagnóstico y tratamiento de ébola. Entre las muchas deficiencias, denunciadas por el propio personal sanitario destacan:

-     No hay habitaciones de presión negativa recomendadas para evitar la propagación de dicho virus.

-     Los guantes de látex se unen al resto del traje con cinta adhesiva.

-     No hubo seguimiento al personal clínico después de estar en contacto con los infectados. Huelga decir que la infectada se fue de vacaciones un día después de la muerte del segundo médico trasladado a España.

Vía El País

Aislamiento (vía Público)

Visto este desastre de gestión desde 2011 de la ministra ébola, no creo que sea suficiente con una dimisión política. Ha puesto en peligro vidas que ojalá no se lleve por delante. Tenemos un Código Penal que aplicar, no bastan medidas políticas, son necesarias medidas penales. Aquí os dejo el art. XXX del vigente Código Penal que se adapta como anillo al dedo a la actuación de la ministra ébola.

Art.316 del Código Penal de aplicación inmediata a Ana Mato. #ÉbolaEresTú #DiarioDeUnPerdedor #AnaMatoDimision pic.twitter.com/uf7mkFHN4C

— Igarro (@Igarro) octubre 7, 2014

Porque ébola, ministra, el ébola eres tú.