Écija, población bellísima y cargada de historia, ubicada en el Valle del río Genil, en la provincia de Sevilla.
Considerada uno de los centros culturales e históricos más ricos de España.
La Ciudad del Sol, abrasadora en verano y cálida en invierno, guarda en sus entrañas los tesoros de las civilizaciones que la conquistaron y ocuparon.
Asentada sobre los restos de la ciudad romana, visigoda y musulmana que fue, está plagada de yacimientos arqueológicos dotados con tesoros de incalculable valor pertenecientes a todas las épocas.
La fundación de Écija, datada en el siglo VIII a. C., se sitúa en el ámbito de la misteriosa y legendaria civilización tartesia.
Alcanzó su apogeo durante la ocupación romana, recibiendo el nombre de Colonia Augusta Firma Astigi.
Más tarde, en época visigoda, y aún después en época islámica en la que su nombre derivó hacia Astigis, llamándose Astiya, mantuvo su jerarquía como importante foco comercial y cultural.
En mayo de 1240, Écija fue conquistada por el rey castellano Fernando III, quien repartió sus tierras y propiedades entre los nobles castellanos, la Iglesia Católica y diversas órdenes militares.