Se llama ecocidio a
la destrucción extensa o la pérdida de ecosistema (s) de un territorio
concreto, normalmente deliberado y masivo, bien por medios humanos u otras
causas. Como consecuencia, la existencia de los habitantes de ese territorio se
ve severamente amenazada.
El ecocidio estuvo a punto de ser
incluido como el quinto Crimen Contra la Paz dentro del Estatuto de Roma. Fue
examinado dentro de la ONU durante décadas pero excluido finalmente en 1996 a
pesar de la objeción de muchos países. El “Proyecto
Ecocidio”, de la Universidad de Londres (Reino Unido), está investigando
este asunto. Por su parte, la organización “Acabemos con el Ecocidio en Europa”
está tratando de reunir un millón de firmas para lograr que la Comisión Europea
en Bruselas criminalice esta forma de daño al medio ambiente. Si alcanza el millón de firmas, la Comisión Europea
iniciaría un proyecto de la ley para criminalizar las ofensas contra el medio ambiente en el territorio de la
UE.
Ejemplos de Ecocidios
hay muchos, pero a nivel internacional, los más importantes de los últimos años
han sido el derrame de petróleo de la empresa BP en el Golfo de México, en
abril de 2010, o la deforestación de
la selva amazónica, que en los
últimos años ha llegado a una situación insostenible,
donde muchos pueblos indígenas están viendo cómo desaparecen sus tierras
ancestrales.