Ecografías 4D

En los últimos años los diagnósticos prenatales han sufrido un portentoso avance, debido en gran parte a la innovación en el campo de las ecografías. Con la ecografía 3D se puede ver al bebé en tres dimensiones y las 4D aportan el movimiento.

Las ecografías 4D son la última novedad. A partir de decenas de imágenes en 3D permite ver el movimiento del feto en tiempo real. El efecto que causa es el de ver al bebé en un video, puedes ver como parpadea, saca la lengua o se chupa un dedo. Además también puedes observar su aspecto, ya que te permite diferenciar las facciones y los rasgos de su carita.

Estas pruebas se pueden realizar en cualquier momento del embarazo, pero lo mejor es hacerlas durante la semana 24 a la 30, es cuando las condiciones son más idóneas., ya que la proporción entre el tamaño del feto y el líquido amniótico es la más adecuada. Dependiendo de la etapa de la gestación la ecografía podrá ser transvaginal o abdominal.

Si la ecografía 4D se hace antes de la semana 20 el tronco y las extremidades se podrán ver totalmente, pero no se podrán observar las facciones y los detalles de la cara. Si se hace después de la semana 32, habrá mucho líquido amniótico y habrá dificultades también para ver la cara y la posición del bebé.

Este tipo de ecografías complementan a las 2D. Con ellas el diagnóstico se perfecciona. Con la ecografía 2D se detectan las anomalías fetales, y con la 4D podemos apreciar con mayor claridad cuáles son esas anomalías, sobre todo si se trata de problemas en la piel o deformidades como labio leporino o paladar hendido.

Hacernos una ecografía 4D puede resultar algo costoso en cuanto aprecio se refiere. Suelen variar entre 100 y 180 euros, por eso conviene planteárnoslo con antelación .El precio variará en función de la clínica, de si lleva un informe médico, de si la graban en un DVD, si le ponen música a la grabación, si la complementan con una 2D o incluso de si la hacen a domicilio.

La duración de la ecografía será de 20 a 30 minutos y en la totalidad de los casos supone un impacto psicológico muy positivo para los padres.

Foto: Gari

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