Entre el 2 y el 4 de enero pasados tuvo lugar la Oxford farming Conference, congreso en el que se debate sobre tecnología e innovación en agricultura y su transferencia a la sociedad. Una de las charlas más interesantes la dio Mark Lynas, periodista y ambientalista especializado en temas de cambio climático. En su charla contó como en 1995 el era un activista antitransgénicos y porque se dio cuenta que estaba equivocado. Su discurso no deja lugar a la ambigüedad:
I want to start with some apologies. For the record, here and upfront, I apologise for having spent several years ripping up GM crops. I am also sorry that I helped to start the anti-GM movement back in the mid 1990s, and that I thereby assisted in demonising an important technological option which can be used to benefit the environment.
As an environmentalist, and someone who believes that everyone in this world has a right to a healthy and nutritious diet of their choosing, I could not have chosen a more counter-productive path. I now regret it completely.
So I guess you’ll be wondering—what happened between 1995 and now that made me not only change my mind but come here and admit it? Well, the answer is fairly simple: I discovered science, and in the process I hope I became a better environmentalist.
Que traducido vendría a ser:
Quiero empezar pidiendo disculpas. Para que quede constancia, aquí y ahora, pido perdón por haber pasado varios años arrancando cultivos transgénicos. También siento que ayudé al despegue del movimiento anti transgénico a mediados de los 90, y que por tanto colaboré en la demonización de una opción tecnológica que puede ser utilizada en beneficio del medio ambiente.
Como ambientalista y persona que cree que cualquiera en el mundo tiene derecho a una dieta sana y nutritiva, no pude haber elegido una opción más contraproducente. Ahora me arrepiento por completo.
Imagino que os estareis preguntando: ¿Qué pasó entre 1995 y ahora que ha hecho no solo que cambie mi opinión, sino que venga aquí y lo admita públicamente? Bien, la respuesta es muy sencilla. Descubrí la ciencia, y en el proceso creo que me convertí en un mejor ambientalista.
07 Mark Lynas from Oxford Farming Conference on Vimeo.
La transcripción completa la teneis aquí en inglés.
Y aquí en castellano, gentileza de David Osorios.
Claro, corto y contundente, pero nada que nos sorprenda a la gente que seguimos de cerca el debate sobre los transgénicos. Nos hemos hartado de decir que no hay debate científico sobre los transgénicos, por que no hay ningún argumento científico en su contra. En 18 años no ha habido ningún problema de salud o medio ambiente relacionado con los transgénicos. A pesar de que algunos insisten en lo contrario, quedando más en evidencia que otra cosa. Por ejemplo, citan una u otra vez artículos como el de Seralini, Puzstai y las mariposas monarca, ignorando deliberadamente que esos artículos ya han sido rebatidos. También olvidan los cientos de artículos que salen cada mes sobre plantas transgénicas. O sea que en 15 años solo pueden mencionar cinco o seis artículos que podría apuntar a algún problema, aunque la evidencia sea más falsa que un billete de tres euros. Sin ir más lejos en el último número de la revista del CNRS (consejo de investigación científica francés) se aborda el debate sobre transgénicos. El científico que hablaba en contra solo supo mencionar el artículo de Puzstai, es decir, un artículo falso. Curiosamente este científico es miembro del consejo directivo de Criigen, presunta ONG generosamente financiada por la industria y el gobierno francés para hacer análisis que reafirmen en el veto a sembrar transgénicos. Y si Criigen es la que financia los estudios de las ratas con tumores de Seralini y a veces hasta le compra premios. Como decía Garganta profunda, "Follow the money". Otro de los científicos entrevistados apuntaba a la gran paradoja de la prohibición de los transgénicos por parte del gobierno Francés, ya que importa millones de toneladas de maíz y soja transgénica al año para dar de comer al ganado. Sin transgénicos, Francia no podría comer. Por lo tanto el veto a sembrar transgénicos solo sirve para perjudicar a los agricultores franceses, dar votos a los políticos y dinero a los antitransgénicos, nada más.
Si el líder científico antitrasngénico es Seralini, necesitan científicos mejores
Otro argumento profundamente anticientífico es decir que tenemos que prohibir los transgénicos en aplicación el principio de precaución. Cuando alguien dice eso, se queda muy a gusto y parece que haya dicho algo serio, pero no es más que una gran tontería. A ver, si para que un transgénico salga al mercado tiene que superar una evaluación de más de 10 años, el famoso principio está más que aplicado. ¿Por cierto? ¿La gente que lo pide es coherente? Lo digo por que si aplicáramos ese mismo principio que esgrimen a la alimentación ecológica, la conclusión sería que deberíamos prohibirla fulminantemente, por hechos como este, pero parece que la doble moral impera en el pensamiento pseudoecologista.
Ferreirim: Donde dije transgénicos digo agricultura y bosques
Sobre argumentar problemas de salud (no demostrados) para pedir al prohibición de los trasngénicos lo más gráfico es una anécdota que cuenta García Olmedo en su último libro. Fue entrevistado en el programa Redes. En el mismo programa entrevistaron a la responsable de la campaña europea de trasngénicos de Greenpeace. En los momentos anteriores compartieron una sala de espera, pequeña y sin ventanas. Si preguntarle si le molestaba, la representante de Greenpeace se puso a fumar. Luego en el debate habló de las tonterías habituales de principio de precaución bla, bla, bla, Seralini, bla, bla, bla, salud, bla, bla bla, etc, etc, etc., A ver. Si te preocupa de no haya plantas que dañen la salud, tienes que pedir la prohibición del tabaco, no de los transgénicos. ¿Alguien recuerda alguna campaña de algún grupo ecologista en este sentido?
Papel de tábaco ecológico, ¿el mejor para la salud?
Supongo que ahora la cuestión abierta es cuando los grupos ecologistas van a seguir el ejemplo de Mark Lynas y dejar de hacer campaña en contra de los transgénicos. Y esto lo afirmo así, llegará un día en que Greenpeace, amigos de la Tierra y similares se darán cuenta que ir en contra de los transgénicos no es rentable a nivel de imagen y se olvidarán discretamente, alertándonos de peligros nuevos como la ¿nanotecnología? ¿el fracking? ¿la exploración espacial? Solo hay que ver la historia. En el pasado estos mismos grupos han lanzado campañas, por ejemplo, contra la cloración del agua, campañas que están olvidadas y enterradas, mientras que la cloración sigue salvando millones de vida al día y ONG más sensatas están tratando de que esta cloración llegue a países en desarrollo para evitar muertes por cólera o tifus. Actualmente la mayoría de organizaciones ecologistas ya no hacen campaña antitransgénicos en Estados Unidos, así que es cuestión de tiempo que esto llegue a Europa. A veces los cambios son al más puro estilo Orwelliano de 1984. Greenpeace lanzó una campaña sobre lo contaminante y poco ecológico del iphone y a los pocos meses sacó un App para... iPhone. En el 2009 sacó una campaña contra el arroz transgénico (que ni siquiera se comercializa) denominada "quitad las manos de nuestro arroz". El comunicado firmado por el hoy despedido Juan Felipe Carrasco contenía joyas como "Muchos países han prohibido la investigación con el arroz". Este comunicado ha desaparecido misteriosamente de su web. Lo más gráfico puede ser que hoy por hoy Greenpeace España ya no tiene un responsable de transgénicos, sino que la denominación de este cargo ha pasado a ser agricultura y bosques.
Bueno, pues lo dicho, es cuestión de tiempo que organizaciones ecologistas o partidos políticos como Equo cambien su posición respecto a los transgénicos. Por cierto, este último punto lo estuve comentando hace poco en twitter con López de Uralde.
Cuando cambien la política ¿Tendrán la decencia de al menos pedir perdón por el daño ocasionado como ha hecho Mark Lynas?
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