Dentro del que para mi gusto es uno de los trabajos más flojos de Pearl Jam se encuentra sin embargo una de mis canciones favoritas de la banda. En su día el primer sencillo de “No Code” (1996) no me había convencido en absoluto, por lo que pasé de comprar el disco a pesar de tener los tres anteriores, que sí me habían entusiasmado. Un par de años más tarde yo estaba dando vueltas por Sudamérica, y por ahí conocí a un tipo que tenía una tiendecita de discos en la que te grababan los cd’s en cintas de 90 a cambio de un módico precio (sí, a mí al principio también me pareció increíble, pero me venía como anillo al dedo pues solo cargaba un viejo y miserable walkman). Así que entre otras cosas le pedí el cuarto y controvertido disco de Pearl Jam, pues lo cierto es que continuaban siendo de mis bandas favoritas y la verdad, sentía curiosidad (y culpabilidad por haberles dado la espalda).
La primera vez que escuché el “No Code” estaba en un bus en pleno viaje de 10 horas a la selva y la impresión que me produjeron los primeros temas no se diferenció mucho de la que me había llevado dos años antes (sin parecerme malo, el nivel había bajado alarmantemente), pero cuando llegó “Off He Goes” la cosa cambió. No sé cuánto tiempo tardé en pasar a la siguiente canción, pero casi me cargo el walkman de tanto retroceder y darle al play. Me pareció alucinante y evocador, una puta maravilla que no podía dejar de escuchar una y otra vez. Y curiosamente me trasladaba a paisajes completamente opuestos a los que contemplaba por la ventanilla del bus, si éstos eran montañosos, húmedos, con caídas de agua y vegetación exótica y frondosa, esa canción me evocaba paisajes abiertos, áridas llanuras, carreteras que se pierden en el horizonte… y cierta nostalgia matizada por la sensación de libertad. No me preguntéis porqué...
Por otro lado, y batallitas aparte, escuchando este tema últimamente pienso que nunca ha estado tan cerca Eddie Vedder de Neil Young como en “Off He Goes”, y al escucharla no puedo evitar trasladarme al “Harvest” y pensar en temas como “Out Of The Wekend” o “Heart Of Gold”. La grabación de “Mirror Ball” dejó su huella en “No Code”, aunque para mi gusto sólo en este tema se acerca a la genialidad del canadiense.