Ermita de la Mare de Déu de la Pertusa
En Mayo de 2013 nos decidimos a visitar románico de riesgo, pues ya conocéis el lema de esta panda que reza: "El románico no es una afición, sino una disciplina". Así que, encaramados en la sierra del Montsec, sobre el desfiladero de Mont-rebei, subiendo riscos, acabamos en esta preciosa ermita singular.
Documentada en la bula de Alejandro III en 1162 como Espadella, se confirma su donación a la abadía de Áger que hiciera en 1060 Arnau Mir de Tost como "rupem castellum nomine Spa-tella", aludiendo al castillo vigía cuyos restos se encuentran junto a la ermita. Mare de Déu de la Pertusa se estructura en una sola nave cubierta con bóveda de cañón semicircular que remata a Levante por ábside semicircular de arco estrecho presbiterial que arranca de imposta biselada.
Puerta en el muro Norte con arco de medio punto con dovelas de pómez y sin ornato alguno
Ventanas abocinadas en ábside y muro norte.
Sillares sin pulir dispuestos en irregulares hiladas
En su primera fase constructiva, se levantaría la nave en el siglo XI y, posteriormente, en el siguiente siglo se terminaría el ábside sobrelevantado que asienta en roca viva.
Enseñoreada, esta humilde ermita se enorgullece de presidir las mejores panorámicas y las vistas más espectaculares del desfiladero de Mont-rebei y del embalse de Canelles.
Un desfiladero tentador: El Congost
que poco tiempo después no nos resistiríamos a atravesar