John Cusack lo intenta pero no le sale. Es que interpretar a Edgar Allan Poe impone y, en mi modesta opinión (Dios sabe qué dirá el crítico Carlos Boyero), requería también un actor más maduro, sin esa cara de niño grande que a Cusack se le quedó desde que interpretó Alta Fidelidad (entretenida película por cierto). El enigma del cuervo no pasa de entretenimiento y eso, para los seguidores de Poe, nos sabe a muy poco. La historia pretende dar una opción al misterio de la muerte del escritor estadounidense, que encontraron agonizando en la calle después de días sin saber de sus andanzas. La solución dada por los guionistas es convertir a Poe en una suerte de detective que se ve envuelto en los planes de un asesino en serie cuyo modo de operar es, nada menos, la recreación de algunos de sus cuentos más macabros. Sin entrar en más detalle les recomiendo que cambien, en esta ocasión, el cine por la literatura y se dispongan a leer los Cuentos Completos de Edgar Allan Poe, en su traducción a cargo del escritor argentino Julio Cortázar, un genio traduciendo a otro genio, una obra imprescindible. Y en su introducción, encontrarán una biografía escrita por el autor argentino, que resulta mucho más interesante y entretenida que El enigma del cuervo.
Cuentos Completos de Edgar Allan Poe