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Vi en televisión, otra vez, la inquietante película "El método" (Gronholm). Como ya comenté es el proceso de selección de personal tomado en el extremo más negativo y antihumano posible, aunque siempre es posible ir más allá. De los actores que hay sobresale, y mucho, Eduard Fernandez.Eduard es un actor de aquellos que pueden encargar a entrañables amigos, como el Copons de Alatriste o el demonio de Fausto 5.0 también puede hacer variedad de papeles con una solvencia a prueba de bombas y una camaleónica capacidad para convertirse en lo que representa.Es increíble como un actor pequeño, de estatura, y de apariencia normal puede convertirse en un ser extraordinario o el mal personificado. Esa capacidad del actor, la de crear, la de recrear, la de ser base para la catársis artística no deja de sorprenderme y, también y al contrario, como algunos malos actores apenas son figuras en una escena o un escenario que aprenden unas pocas frases dichas con poca convicción y credibilidad. No en vano ganó un premio Goya como actor de repartoSirva este post como homenaje a ese estupendo actor, a esos estupendos actores. El actor que te hace sentir amenazado cuando representa el mal, el que te hace pensar, el que hace mirar alrededor porque algo ocurre y solo él, ellos, te lo han dado a entender.Actores, personas que te enseñan una realidad que no ves. Recuerdos del día de mañana.Entrevista a Eduard Fernandez: http://www.youtube.com/watch?v=6vQZR8JAefEImagen: http://cineeuropa.blogspot.com/2008/08/tres-das-con-la-familia.htmlDespierte el alma dormida, avive el seso e despierte.
A fin de cuenta sino pensamos y vivimos para que queremos estar.
Los pensamientos de hoy son recuerdos del mañana que tenemos hoy.