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Educando entre...Aullidos y Maullidos

Publicado el 27 mayo 2012 por Educanfel @tonyeducanfel
Afortunadamente la educación canina y -últimamente también la felina- está cambiando gracias a los estudios científicos que en los últimos años se han realizado. Dicha educación en positivo, fundamentalmente se basa en el refuerzo positivo, es decir, en reforzar el comportamiento que buscamos para que vuelva a repetirse y así finalmente consolidarse. Esto es lo que la ciencia a demostrado, que es la forma en que los perros, gatos u otros animales aprenden (incluido los humanos) basado en las teorías del aprendizaje (condicionamiento clásico, condicionamiento operante, desinsibilización sistemática etc.). Puntualizar, que estas teorías, son desde el punto de vista conductista, con lo cual, deberíamos tener también muy en cuenta, las emociones, el apego etc. y verlo desde un punto de vista bio-psico-social, para tener en cuenta todos los aspectos de un ser vivo, mamífero, en este caso un perro o un gato.
A través de las teorías del aprendizaje, se ha demostrado que el refuerzo positivo es lo más eficiente y bien tratante para modificar la conducta del animal y conseguir así mejorar nuestra convivencia y vínculo con el. Pero también, debemos tener en cuenta algo verdaderamente importantísimo, que són las emociones, que al igual que los humanos también tienen. Emociones como, miedo, frustración, alegría, tristeza...
 Nunca aplicaremos el castigo (u otro tipo de maltrato), ya que se ha demostrado que esto genera estrés y miedo en el animal, a la vez que deteriora el vínculo entre el propietario y el perro o gato.La mayoría de las veces el castigo (tirones de correa, gritos, incluso algún golpe) vienen dados como modo de expresión del ser humano, por la frustración que le ha generado el no comunicarse bien con el animal. Por ejemplo, le pedimos al perro que se siente, el perro no entiende que le estamos pidiendo y al repetírselo varias veces y no hacerlo, el humano se frustra le da un tirón de la correa al perro para que se siente. Este muestra un claro lenguaje corporal de miedo y señales de apaciguamiento, pidiéndonos que nos tranquilicemos.
En algunos casos el animal puede reaccionar con una agresividad defensiva, muchas veces consecuencia de la mala comunicación entre el humano y el perro o gato. Pondremos un ejemplo: Tenemos un perro, el cual tira mucho de la correa, el propietario cabreado le aplica diversos castigos tirándole de la correa y ahogándole con el collar. El perro al principio, expresa claramente la emoción del miedo. El humano insiste en aplicarle ese castigo, -el animal con miedo y frustración-, nos está diciendo, a través de señales claves (lenguaje corporal,levantando los belfos, gruñiendo etc.) que  no quiere que lo tratemos así etc.
 Nuestro animal de compañía, nos ha tratado de decir por todos los medios que tiene miedo, inseguridad y que eso que le estamos haciendo (tirones de correa) le está molestando y haciendo daño, el humano no lo ha sabido interpretar o bien le causa gracia la conducta del animal, sin darse cuenta de lo perjudicial que es eso para el animal y para la convivencia de este con la familia.Cuando el perro o el gato ya no ven otra salida, tienen una conducta agresiva defensiva, para decirnos ‘’vale ya, estoy harto, te lo llevo diciendo todo el rato’’.
Si la reacción del animal es ésta última, en el mejor de los casos, el animal irá a un refugio de animales de compañía. Y todo por la ausencia de racionalización de la que tanto alardea el ser humano, que se ha convertido en una incompetencia interespecífica (entre diferentes especies) y que en algunos casos, la única opción que ve el propietario en ese momento es la de deshacerse del animal. Por desgracia esta metodología de trabajo, de la educación ‘’tradicional’’ es muy común en diversos programas de televisión. Aquí un par de ejemplos:

http://www.youtube.com/watch?v=9ihXq_WwiWM


http://www.youtube.com/watch?v=9ihXq_WwiWM
Para los más escépticos, haced un pequeño ejercicio de reflexión y pensad por un momento, en cómo se debe sentir el animal al recibir un castigo, por algo que no sabe ni el cómo, ni el por qué. Pensad (para luego sentir) en cómo os sentís cuando alguien os ha hablado mal, gritado o incluso dado algún golpe. Sentir esas emociones (frustración, miedo, rabia,…) que sentís en ese momento, pues eso es lo que siente nuestro animal, cuando recibe un castigo por nuestra parte.
Dejad a un lado las creencias de la ''Dominancia'', que tanto abundan en los programas de educación canina de la televisión y disfrutemos con ellos creando un vínculo positivo a través de la cooperación y la colaboración. No hay nada más gratificante que ver como dos especies distintas pueden llegar a entenderse y convivir en armonía.
No tratemos a nuestros mejores amigos, como si fuesen nuestros peores enemigos. Abandonad la Dictadura y abrazad a la Democracia.
Educando entre...Aullidos y Maullidos
 ¡Bienvenidos/as a EduCanFel! La educación en positivo…la educación equilibrada.
Tony Martínez.Educador Canino  

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