Revista Ciencia

Efectos duraderos de la disciplina escolar: suspensiones y expulsiones asociadas a problemas de salud mental

Por Davidsaparicio @Psyciencia

En los últimos años, los investigadores han comenzado a estudiar los efectos a largo plazo de las suspensiones y expulsiones escolares en la salud mental y física de los estudiantes. Un reciente estudio publicado en Advances in Life Course Research revela que estas prácticas disciplinarias pueden tener repercusiones significativas que se extienden hasta la adultez, contribuyendo a mayores niveles de depresión y otros problemas de salud mental.

Impulsadas en gran medida por políticas de tolerancia cero, las suspensiones y expulsiones en las escuelas estadounidenses aumentaron en un 50% desde la década de 1970 hasta el 2010, y aunque originalmente se aplicaban solo en casos de comportamientos graves, hoy en día se imponen cada vez más por incidentes menores y subjetivos.

Los hallazgos de este estudio subrayan la urgencia de revisar las políticas de disciplina escolar y su impacto en la vida de los estudiantes, sobre todo en los grupos más vulnerables, como los jóvenes de bajos ingresos y los pertenecientes a minorías étnicas.

En Estados Unidos, seis de cada diez escuelas siguen utilizando la disciplina excluyente, pese a que investigadores han cuestionado su eficacia. Esta práctica impacta especialmente a ciertos grupos: los jóvenes económicamente desfavorecidos y aquellos de origen afroamericano, latino o nativo americano son más propensos a recibir suspensiones o expulsiones.

El equipo de investigadores utilizaron datos del National Longitudinal Study of Adolescent to Adult Health (Add Health), que sigue a 20,000 personas desde su adolescencia en los años 90. Los resultados muestran que los adolescentes suspendidos o expulsados presentaron síntomas significativamente más altos de depresión a lo largo de su vida. Aunque la tasa de depresión disminuyó ligeramente en la adolescencia tardía y a principios de los veinte años, volvió a aumentar cuando los individuos alcanzaron la treintena, según los datos más recientes del estudio.

La exposición temprana a situaciones estresantes, como los castigos escolares, puede contribuir a problemas de salud física o mental en la adultez, un área de investigación relativamente nueva. “Sabemos muy poco sobre cómo estos factores escolares influyen en la salud a largo plazo,” comentó Michael Niño, coautor del estudio y profesor asociado en la Universidad de Arkansas.

Otro estudio de Niño publicado a principios de este año en la revista Socius halló que los estudiantes suspendidos o expulsados también reportaron problemas de salud física desde la adolescencia hasta la mediana edad.

Conclusión

La investigación realizada en Estados Unidos sobre los efectos de la disciplina excluyente en la salud mental y física de los estudiantes tiene profundas implicaciones para América Latina, donde muchos sistemas educativos también han adoptado políticas de tolerancia cero y sanciones punitivas similares. En contextos de desigualdad social y económica, estas prácticas disciplinarias suelen afectar desproporcionadamente a estudiantes de entornos desfavorecidos y a poblaciones indígenas y afrodescendientes, perpetuando ciclos de exclusión y marginalización.

América Latina enfrenta desafíos propios, como la sobrepoblación en las aulas, la falta de recursos y el impacto de la violencia en las comunidades escolares, lo que hace aún más urgente repensar las políticas de disciplina. En lugar de suspensiones o expulsiones que solo aíslan y aumentan el riesgo de problemas de salud mental y física en el futuro, se deben buscar alternativas que fomenten la inclusión y la atención integral del estudiante. La mediación escolar, el apoyo psicológico, y programas de educación emocional y resolución de conflictos son enfoques prometedores que han mostrado resultados positivos en algunos países de la región.

Esta investigación refuerza la importancia de implementar un cambio estructural que priorice el bienestar y el desarrollo integral de los estudiantes, promoviendo políticas educativas basadas en la empatía, la equidad y el respeto a la diversidad. Para América Latina, la clave está en romper con los modelos de castigo que reproducen desigualdades y construir un sistema educativo más inclusivo y orientado a las necesidades de todos los jóvenes.

Referencia: Alexia Angton, Michael Niño, Kazumi Tsuchiya, Shauna Morimoto. The long-term consequences of school suspension and expulsion on depressive symptoms. Advances in Life Course Research, 2024; 61: 100631 DOI: 10.1016/j.alcr.2024.100631


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