Hace una semana o así un asiduo lector de la página se puso en contacto con nosotros para que viésemos un corto que había realizado para el instituto, y nos decía que le resultaba curioso que ninguno de nosotros hubiésemos hablado sobre los cortometrajes. Bueno, sí que lo hemos hecho, pero en general, el corto es un género marginal al que solamente se le está dando un uso: el de funcionar como currículum para todos aquellos que quieren dar el salto al largometraje. El público en general no suele mostrar mucho entusiasmo por ellos y prefieren verse una película de dos horas incluso cuando pueden ser peor que algo que dure siete minutos.
Y esto me recuerda a algo que siempre he pensado. Los profesores nos decían que una historia escrita empezaba a tener sentido a partir de una frase. Con una oración, dejábamos claro que alguien hacía algo, o le sucedía algo en concreto. Pero yo (y luego, buscando por ahí, vi que algunos escritores pensaban lo mismo) siempre dije que la coherencia dependía de un párrafo. Un conjunto de frases que nos dan a entender no sólo lo que hace una persona, sino también por qué. El párrafo (o la acumulación de minutos en el metraje) ayuda a tomar algo de empatía con los personajes y a desarrollarlos. Un cortometraje por regla general suele ser un único acto, por lo que no ayuda a que los “conozcamos” . La sección “Recordando algunas escenas antológicas” tiene mucho sentido de forma global, porque cuando llegan dichas escenas, éstas funcionan desde un punto de vista emocional. Nos gusta la muerte de Nexus 6 porque acabamos comprendiéndole, o el baile bajo la nieve de Eduardo Manostijeras, porque es un cúmulo de cosas las que ponen en pantalla. Por desgracia, en un cortometraje no suelen funcionar tan bien precisamente por falta de espacio, y de tiempo.
Pero una vez dada esta charla, el corto en cuestión ganó dos premios en el festival de cortos de su instituto en las categorías de “Mejor fotografía” y “mejor banda sonora”. (No es para menos, usaron la de American Beauty, y a mí esa música siempre me ha parecido deliciosamente perversa). Así que echadle un vistazo, y recordad que las drogas son muy pero que muy malas. Puedes incluso acabar persiguiendo a un tipo disfrazado de Pokémon
Efectos secundarios