Eficiencia en el consumo de tu hogar

El consumo energético del hogar es una preocupación constante para la mayoría de los españoles. En este sentido, el consumo de la caldera se erige como una de las puntas de lanza de esta preocupación. Con todo, el consumo de estos dispositivos varía enormemente en función de cuestiones tales como el tamaño de la vivienda, el aislamiento, el tipo de caldera o la temperatura exterior. En cualquier caso, para asegurar la máxima eficiencia energética de nuestra vivienda deberemos apostar por el buen mantenimiento del hogar.

¿Qué tipo de caldera contamina menos?

Las calderas de gasoil son una tipología de caldera que contamina enormemente, puesto que funcionan justamente con gasoil, un combustible fósil altamente contaminante. De este modo, como esta es una caldera que daña considerablemente el medio ambiente y que, además, necesita un gran mantenimiento, cada día se encuentra menos. De hecho, podríamos afirmar que este tipo de caldera está desapareciendo progresivamente.

En cuanto a las diferencias de consumo entre las calderas de gas y las eléctricas, las segundas tienen un coste más elevado de adquisición, pero debido a su bajo consumo este se acaba amortizando. En cualquier caso, las calderas eléctricas de bajo consumo presentan un inconveniente con relación al coste de la potencia contratada. Así, generalmente, para poder utilizarlas, deberemos aumentar la potencia eléctrica, aumentando, por ello, la factura de la luz. En este sentido, el coste del suministro es más barato en el caso del gas.

Actualmente, existen diferentes modelos diferenciados de calderas de gas. Para su funcionamiento, el butano y el propano vienen “envasados” en bombonas, aunque el último de ellos puede presentar también otros formatos. Cuando el consumo de la caldera es muy elevado, generalmente se recomienda el gas propano. Así, aunque los precios de ambos gases son relativamente parecidos, para una vivienda situada en una zona intermedia, con un clima relativamente suave, el gas natural se erige como la opción más económica.

De este modo, si hacemos una pequeña comparativa, el gas natural constituye la alternativa más eficiente energéticamente hablando. Asimismo, otra de las ventajas del gas natural es que su suministro es ininterrumpido. Para asegurar un bajo consumo de la caldera, lo mejor será instalar calderas de condensación, actualmente las más frecuentes. La instalación de calderas de gas en Zaragoza u otras ciudades españolas es un servicio de calidad que se puede encontrar fácilmente.

La aerotermia

La aerotermia es una energía limpia que extrae gratuitamente hasta el 77% de la energía del ambiente del aire. Los sistemas de aerotermia se basan en bombas de calor, diseñadas para aportar refrigeración en verano, calefacción en invierno y agua caliente durante todas las épocas del año.

Debido a su funcionamiento, la aerotermia es conocida como la calefacción eficiente, puesto que genera más energía de la que consume. Así, aunque depende de la calidad de cada equipo y de su calificación energética, podríamos afirmar que, por ejemplo, en el caso de un equipo con rendimiento 4’5, aportamos 4’5 kW de potencia calorífica por cada kW consumido de electricidad.

Entre las ventajas de la aerotermia podemos encontrar, por lo tanto, su alta eficiencia. En este sentido, este sistema consume menos energía que los sistemas tradicionales de calefacción, lo que también se refleja en la factura energética. Además, debido a su funcionamiento, la aerotermia se considera una energía renovable y sostenible. De hecho, está clasificada por la propia Unión Europea de esta manera.

Igualmente, otra de las principales ventajas de la aerotermia es que apenas necesita mantenimiento, por lo que no deberemos incurrir apenas en gastos en este sentido. Asimismo, la aerotermia es mucho más segura con respecto a otros tipos de sistemas de calefacción y refrigeración. Al no contar con caldera, no produce combustión, por lo que tampoco genera ningún tipo de ruido o humo.

Gracias a la aerotermia, toda la casa puede funcionar exclusivamente con electricidad generada de esta manera, sin tener que contratar otro tipo de servicios como gas o suministros de combustible. En este sentido, la aerotermia es una buena forma de obtener agua caliente a bajo coste.

Además, la instalación de la aerotermia es especialmente sencilla, sobre todo si la comparamos con otros sistemas de generación de energía tradicionales. Asimismo, en cuanto a la eficiencia, este es el sistema de calefacción que presenta un menor consumo energético. Como solo se paga el consumo eléctrico, con un sistema de aerotermia en el hogar, podemos llegar a consumir únicamente un 22% de la energía que consumiríamos con un sistema convencional.

Un equipo de aerotermia consta de una o varias unidades exteriores con las que se capta la energía del aire exterior, absorbida por un refrigerante. Estas unidades exteriores se completan con una unidad adicional interior, que estaría enlazada mediante tuberías de cobre a la unidad exterior.

En este circuito cerrado, el refrigerante circula por la tubería en forma de gas donde en la unidad interior cede el calor condensado, para luego retornar a la unidad exterior en forma de líquido. Este circuito también cuenta con un comprensor para aumentar la presión y la temperatura del refrigerante una vez absorbida la energía del ambiente.

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