El otro día buscaba inspiración en recetarios antiguos para el menú navideño de este año, y recordé un postre clásico inglés llamado Eggnog. Pensé en daros mi versión, para que lo podáis preparar en casa, pero antes os hablaré un poco acerca de este dulce y cremoso postre. Eggnog o "ponche de huevo", es una bebida elaborada con leche, azúcar, especias y yemas de huevo, muy popular en Norteamérica e Inglaterra, durante la Navidad y el Día de Acción de Gracias.
El significado literal de la palabra Eggnog es "huevo dentro de una taza", "nog" proviene de un dialecto del inglés antiguo de los pueblos del Este y que se usaba para describir una especie de cerveza bastante fuerte de sabor, también conocida como "grog" y solía servirse en tazas o copas pequeñas de madera.
Ok, pues según tengo entendido y coincidiendo con muchos historiadores, esta bebida nace en el siglo XIV en Inglaterra, una versión del conocido "posset", un postre muy británico también y de origen Medieval, elaborado en principio con leche caliente y esta cerveza antes mencionada. El añadido de huevos fue mucho después, a finales del 1700 en Norteamérica, por los colonos ingleses, que al llegar allí y ver la cantidad de granjas de gallinas y productos lácteos, y sustituyendo la cerveza u otra bebida alcohólica por ron, gracias al comercio desde las costas del Caribe, pues salía mucho más rentable.
En España esta bebida no fue muy popular, quizás por ser un alimento solo apto para gente de la corte y para los monjes, pero si es verdad que existe una versión con yemas de huevo y vino dulce de Jerez, normalmente dado a los enfermos febriles como remedio casero y así aliviar sus síntomas; mi abuela lo tomaba de pequeña!
Y ahora me pongo un "ridículo" jersey de renos y gorro de Papa Noel para daros mi receta, tomad nota:
Ingredientes:
4 yemas de huevos ecológicos
600 ml. de leche entera
100 grs. de azúcar blanco
2 clavos de olor
1 chupito de whisky u otro licor (opcional)
1 cuch. de extracto de vainilla
1 cuch. grande de harina de maíz
1 palito de canela
Para decorar al final:
Una pizca de nuez moscada molida
1/2 cuch. pequeña de canela molida
Un poco de merengue suizo (opcional)
Elaboración:
En un cazo echamos la leche junto con el azúcar, los clavos de olor y el palito de canela a fuego lento durante unos 10 min. sin que rompa a hervir. Después apartamos del calor y dejaremos templar, para que las especias desprendan sus aromas.
Mientras tanto en un bol, batir las yemas con la harina de maíz y ponemos a fuego medio una cazuela con agua hasta la mitad, lo bastante grande como para que quepa el cazo donde está infusionando la leche con las especias. Retirar el palito de canela y los clavos de olor y verter suavemente la leche en el bol de las yemas batidas sin dejar de remover. Una vez hecho esto, devolvemos la preparación al cazo y ponemos a cocinar al baño María en la cazuela con agua hirviendo y sin parar de remover con la varilla manual unos 20 min. o hasta ver que comienza a espesar ligeramente. En este punto se puede añadir el whisky u otro licor al gusto y el extracto de vainilla para dar un toque especial. Retiramos del calor y vertemos en tazas o vasos, cubrir con un pliegue de papel film para evitar la formación de costra en la superficie y dejar enfriar antes de meter en la nevera como mínimo 3 h. antes de tomarlo. Si por el contrario no lo queréis frío, pues en cuanto temple estará listo para "hincar" la cucharilla.
Justo antes de servirlo, os recomiendo que pongáis un buen pegote de merengue recién montado y espolvorear con un pellizco de nuez moscada y canela molida. Este delicioso postre navideño os hará sonreír de felicidad en cuanto lo probéis!! :)