Primero fue la Internet y el servicio de telefonía, después el cierre de las oficinas del canal de TV Al-Jazeera, ahora son ataques a reporteros e invasión a sus habitaciones en hoteles por parte de la policía para quitarles cualquier material que registre el caos que ocurre en la tierra de los faraones. Son esas las medidas de censura adoptadas por el gobierno para intentar callar una multitud que está contra el presidente Hosni Mubarak, conforme lo denuncian la ONG Reporteros sin Fronteras más allá de diversos profesionales de los medios.
Para superar los obstáculos de un país sin acceso a la red – que ya fue restablecido tras cinco días – Google ha lanzado el último 31 de enero un servicio que permite a los egipcios enviar mensajes de voz a Twitter a través de una llamada.
Los opositores del líder egipcio quieren su renuncia del cargo que ya asume hace unos 30 años. Las constantes protestas serían un reflejo de lo que ha sucedido en Túnez recientemente, las cuales han provocado la salida de su mantario, Ben Ali, que quedó en el poder por 23 años.
Antes que el tsunami de Túnez llegara a Jordania, el rey Abdullah II se adelantó y ha sustituido su primer ministro.
El gobierno chino simplemente censuró todas las búsquedas en la red que hacen referencia a la palabra “Egipto”, según la prensa internacional.
Se estima una cifra de al menos tres muertos y 600 heridos, sin embargo el diario español “El País” dice que podrían llegar a 1.500 heridos en la ola de protestas que ocurren hace dos semanas en Egipto.