"Reclamamos que se juzgue a Mubarak y al resto de miembros de este régimen corrupto. Exigimos democracia y libertad". Estas son algunas de las consignas de los cerca de 300 manifestantes que hoy se han reunido frente a la Embajada de Egipto en Madrid para solidarizarse con sus compatriotas que, desde las calles de El Cairo, se enfrentan a la dictadura que gobierna en su país.

Concentración frente a la embajada de Egipto en Madrid. Foto: Aurora Moreno
Nos enteramos de la convocatoria por casualidad: un mensaje de facebook de una antigua compañera. Ella y su marido son egipcios, viven en Madrid y han querido solidarizarse con sus familiares y amigos. "Aunque nosotros vivamos bien, aquí, tenemos mucha gente en Egipto que lo está pasando muy mal. Ahora todos tienen miedo. Se están produciendo saqueos y ataques y la gente tiene que proteger a los suyos". "Queremos elegir a nuestros representantes, no queremos 30 años más de dictadura", dicen en referencia a las tres décadas que lleva Mubarak en el poder.
Un joven estudiante, autoerigido en portavoz ante los medios, nos cuenta que la estrategia del Régimen "es deslegitimar la revolución y darle carácter delictivo". Para ello, la policía secreta, unos 3.000, según el informante, "está provocando el caos, para que la gente tenga miedo y se vea obligada a volver a sus casas". Nos explica también que se teme que Egipto termine convirtiéndose en un régimen militar puro y duro, a través de las figuras de los generales Omar Suleiman (jefe de inteligencia nombrado vicepresidente) y Sami Anan, jefe mayor del Ejército. Además, enfatiza que estos dos personajes son íntimos amigos de Mubarak y que cuentan con el apoyo de Estados Unidos e Israel.
Apenas sé nada de Egipto, así que no puedo juzgar sus palabras, pero tiene sentido lo que dice y algunas noticias parecen confirmarlo. - aunque nada está del todo claro-. Es estudiante de Ciencias Políticas en Madrid y parece que sabe de lo que habla. Por último, nos pide por favor que dejemos bien claro que no es una revolución religiosa. "Queremos unidad. Cristianos y musulmanes viviendo en paz en un Egipto libre".
Convocada por Basel Ramis, director de documentales egipcio afincado en Madrid, la concentración ha sido pacífica y contenida en todo momento. Al principio, las pancartas y la primera fila de la concentración estaban copadas por los hombres. Parecía que las mujeres guardaban un segundo plano, pero poco a poco se han ido haciendo un hueco (como ya han hecho en Túnez), con los niños al frente.

Concentración ante la embajada de Egipto, en Madrid. Foto: Aurora Moreno
Al final, apareció por allí Ali Al Hagar, un conocido cantante egipcio que ha contribuido a elevar los ánimos del público, congelado después de dos horas de concentración. A las 14.00 horas en punto, la concentración se deshacía después de un largo aplauso y un 'gracias, España'. Pero avisan de que si las cosas siguen tal y como están en Egipto, el próximo domingo volverán a concentrarse. En el mismo sitio y a la misma hora.
