Lo que si sé, es que cada tabla de cada escenario del mundo, me pertenece, soy parte de las arrugas de una madera sudada por actores vestidos de princesas, o por vestías con rugido de un gato herido.
Como Charly Rivels somos perdedores, que a fuerza de mostrar nuestros fracasos nos hemos hecho ganadores y protagonistas de nuestra propia historia, y tal vez "si acaso"un lugar en el mundo.
Detrás de todo teatro no hay mas que días de soledad, de querer decir que existo y de que siento la necesidad imperiosa de decir que estoy aquí. No estamos vivos sólo porque corra la sangre por mis venas.
Tengo un propósito, a contracorriente he navegado por los años que tengo, los sufragios y batallas me han producido dolor. Pero cuando estoy aquí, frente a vosotros, sólo se que este escenario es mi patria y que esta línea (señalando el foso) es mi frontera.
Perdonen por los ACIERTOS que hallamos podido cometer, no fue nuestra intención.
No olvidemos que la realidad de las artes escénicas se esta derivando notoriamente a la población de base, es decir el teatro esta dejando los palcos para recolocarse en plazas, pueblos, asociaciones, residencias, centros ocupacionales, centros varios, etc.
Una parte de los espectadores también busca el escenario como motor de cambio, descubriendo que la participación en las artes escénicas son también parte lúdica de sus vidas. Las alfombras rojas se transforma en encuentros, risas y llantos, paseos y sobre todo mucho, mucho, mucho teatro.