Una serie de ejercicios con la finalidad de fortalecer el esfínter esofágico inferior y por ende lograr la reducción o la desaparición de reflujos gastroesofágicos anormales, han venido siendo propuestos desde hace tiempo.
Las opiniones sobre su eficacia son contradictorias. Ante esta realidad y considerando que es una de las temáticas preferidas por los lectores del blog, decidí realizar algunos intentos de seguir los ejercicios indicados.
Son de muy variada dificultad y a mi edad algunos me resultaron casi imposibles, al menos sin ayuda. Debo decir que, sin resultados concluyentes, algo que lograron fue entretenerme y divertirme, ya que no me compromete la autoestima el saber que “no puedo” llevar a cabo algunas “hazañas físicas”. Es más, el tener muy presente que nunca estuve cerca de ser un atleta, me ayuda a no preocuparme.
Yendo a los posibles resultados, hasta ahora lo positivo es que las respiraciones diafragmáticas forzadas logran el vaciado del estómago y acelerar el tránsito intestinal y que los intentos de meditación logran controlar algunos episodios de estrés.
1.- Respiración diafragmática forzada. Consiste en inhalar aire lentamente y al mismo tiempo inflar el vientre, mantenerse 5 segundos con el aire dentro y exhalarlo lentamente, desinflando el vientre, hasta “meter” la pared abdominal hacia dentro. No más de cuatro a cinco respiraciones por minuto y durante unos 5 minutos. Esto puede ser gradual y se puede aumentar la cantidad de minutos.
2.- Imaginar la zona muscular del esfínter, entrando en concentración mental. Hacer que los músculos abdominales de la zona se contraigan y se relajen lentamente, durante unos 2 a 3 minutos. Realizarlo todos los días un buen rato antes de las comidas. Requiere estar calmado y relajado. Asimismo es importante conocer la anatomía de la zona.
3.- Posiciones de Yoga. Posición del arado, parado de hombros, parado de cabeza, son las más comunes de las posiciones “invertidas”. Quienes no practiquen yoga o apenas hayan comenzado deben hacerlos bajo supervisión idónea. Asimismo se recomienda complementarlas con la respiración diafragmática forzada. Los tiempos y las secuencias se deben discutir con los expertos.
Conclusiones. A lo ya mencionado de una mejor digestión y de control de estrés, de momento no puedo concluir mejoras en el funcionamiento del esfínter. Al tener prácticamente controlado el tema reflujo gastroesofágico antes de iniciar los ejercicios no me permite evaluarlo en forma correcta. De igual modo estaré atento a algunas manifestaciones leves que suceden y que me pueden indicar variacones en su funcionalidad.