Túmbese boca arriba y levante la pierna recta un poco. Sosténgala así durante cinco a diez segundos. Luego baje la pierna hasta el suelo lentamente tomando para ello unos pocos segundos. Haga el ejercicio entre cinco y diez veces.
Siéntese y apriete una pelota entre sus rodillas. Mantenga la presión durante 5 a 10 segundos. Haga el ejercicio entre cinco y diez veces.