Como ya hemos explicado en otras publicaciones, la memoria es algo que se va perdiendo con el paso de los años y debe trabajarse día a día. Además de memorizar todo aquello que podamos, es muy recomendable realizar todo tipo de crucigramas o pasatiempos que nos ayuden a mover las neuronas y ejercitar la mente.
Pero, además de realizar juegos de letras y palabras, los números son igualmente importantes. Si no se realizan estos ejercicios puede llegarse al punto de no saber pagar en los establecimientos o no saber identificar si las vueltas son correctas.
Una de las muchas formas que hay para ejercitar la mente es a través de sencillos cálculos matemáticos, para ello podemos comprar cuadernos de matemáticas divididos según su grado de complejidad, es decir, podemos comenzar realizando sencillas sumas y restas sin llevar y avanzar poco a poco hasta resolver problemas en los que se realicen más de una operación.
Puede parecer absurdo, pero a medida que envejecemos nuestro cerebro pierde la agilidad que tenía y, si no lo entrenamos, le cuesta responder correctamente ante este tipo de cálculos. No se trata de ser rápido, sino de saber hacerlo y poder ganar cierta autonomía en lo que a cálculos se refiere. Nos resultará muy ventajoso a la hora de gestionar nuestra economía, ya que nos permitirá saber en todo momento de cuánto dinero disponemos y cómo lo hemos ido distribuyendo.
Para los más aventajados hay también una gran variedad de juegos electrónicos como los de las consolas o el ordenador. Con ellos podemos poner a nuestras neuronas a trabajar, aunque para ello tenemos que tener ciertos conocimientos en lo que a manejo de las tecnologías se refiere.
Si lo vemos como algo imposible, el método tradicional nunca falla: coge papel y lápiz, empieza tú mismo a inventarte operaciones con las que reforzar tu agilidad mental y siente como, poco a poco, tu memoria y capacidad de cálculo van mejorando.