Desde el anuncio de la programación del 31° Festival Internacional del Cine de Mar del Plata que empieza mañana viernes, los espectadores porteños que no podremos asistir nos preguntamos cuántas -y sobre todo cuáles- de las más de cuatrocientas películas elegidas se proyectarán en algún festival con sede en la Ciudad de Buenos Aires, en especial el BAFICI, y/o en nuestras salas. La ansiedad aumenta cuando sucumbimos ante la estrategia de prensa que consiste en recordar por enésima vez que éste es el único certamen cinéfilo de Latinoamérica que pertenece a la misma categoría ‘A’ que aquéllos de Cannes, Berlín, Venecia, y en sugerir que ese status auspicia una experiencia única en nuestro país.
Los amantes del cine argentino podrán confiar en la garantía de exhibición que encarnan algunos directores de renombre. Por este motivo, vale esperar tranquilos el desembarco porteño de Cuatreros de Albertina Carri, CUMP4RSIT4 de Raúl Perrone, Hermia & Helena de Matías Piñeiro, El sacrificio de Nehuen Puyelli de José Celestino Campusano.
La de Albertina Carri es una de las películas nacionales más esperadas en el marco del festival, y por los espectadores con miras a los estrenos de 2017.El BAFICI, una porción reducida del circuito comercial y/o algún ciclo o festival más pequeño seguro también ofrecerán la oportunidad de ver los trabajos más recientes de Gastón Solnicki (Kékszakállú), Maximiliano Schonfeld (La siesta del tigre), Néstor Frenkel (Los ganadores), Milagros Mumenthaler (La idea de un lago) entre otros autores menos reconocidos.
Los programadores del Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente suelen destacarse por saber conseguir una buena porción de los films extranjeros que se presentan en Mar del Plata. Acaso empiecen por probar suerte con la obra de directores que ya fueron convocados para ediciones anteriores.
En ese caso, son altas las chances de que la próxima entrega baficiana proyecte la película de apertura del 31° Festival de Mar del Plata, Neruda de Pablo Larraín. Además de la atención acordada al realizador chileno, pesan la intención de retratar al poeta Pablo Neruda y la participación actoral del mexicano Gael García Bernal y de nuestra Mercedes Morán.
Neruda desembarcó en agosto en las salas chilenas, de la mano de este afiche promocional.También vale esperar el desembarco porteño, incluso fuera del BAFICI, de los últimos trabajos de Abbas Kiarostami y Andrzej Wajda. Take me home se titula el corto del cineasta iraní que murió el 4 julio pasado y Afterimage, el largo del realizador polaco que falleció mes y medio atrás.
Quizás también podamos ver en el transcurso de 2017 los largometrajes más recientes de otros autores de renombre: He aquí las ensoñaciones del mundo conectado de Werner Herzog, Paterson de Jim Jarmusch, Snowden de Oliver Stone, Sieranevada de Cristi Puiu, Vos y los tuyos de Hong Sang-soo.
Los pronósticos a veces son expresiones de deseo. En ese caso, ojalá el documental de Werner Herzog desembarque pronto en nuestra CABA.