En la actualidad los problemas relacionados al descanso de los menores son algo lamentablemente cada vez más frecuente, con las grandes consecuencias que eso trae aparejado, ya que el buen descanso y el respeto por las horas de sueño infantil son algo fundamental para el correcto crecimiento y desarrollo de los niños, con salud y fuerza para atravesar cada una de las etapas de la infancia.
Se sabe que hoy en día nada menos que el 40% de los niños sufre de trastornos del sueño en alguna etapa de su vida, problema que se puede extender a las siguientes, y que según los expertos se puede manifestar de muchas formas, hasta por ejemplo con una simple resistencia a la hora de irse a la cama.
Shabnam Yalilolghadr, médica especialista en niños ha indicado que los problemas relacionados al sueño en los pequeños pueden presentarse en varios formatos entre los que se incluye la dificultad para dormirse o los despertares consecutivos durante la noche, inclusive el síndrome conocido como apnea-hipopnea que ocurre durante el descanso.
La experta indica que de ese porcentaje el 12% de los niños sufre de problemas relacionados con el sueño de forma crónica, lo que puede afectar su desarrollo en gran medida. Los padres que adviertan que sus hijos tienen algún problema de este tipo deben consultar con un especialista y actuar con mucha calma y paciencia ya que no existe hasta el momento una explicación concreta que determine los motivos de la presencia de los trastornos del sueño.
Se puede diagnosticar a un niño con trastornos del sueño si le cuesta dormirse, si se despierta de tres a más veces durante la noche, si durante la mañana le cuesta despertarse, si ronca y si durante el día mantiene un bajo nivel de actividad con marcada somnolencia o malestar físico.
El mal dormir puede afectar notablemente al niño ya que debilita demasiado el sistema inmunitario infantil por lo que se vuelve más vulnerable a sufrir todo tipo de enfermedades o infecciones. Por otro lado, se dan casos en los que hay cambios en el metabolismo, puede haber cambios en la glucosa, falta de concentración, problemas de aprendizaje, disfunción cardiovascular, hiperactividad o bajo cociente intelectual, además de un mayor riesgo de desarrollar obesidad.
Vía | Hispantv
Foto | morgan childers
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El 40% de los niños afectados con trastornos de sueño