Los centros de salud de toda España ya están preparados para comenzar la campaña de vacunación contra la gripe. Muchos niños serán vacunados estos días con el único objetivo de que los costipados de estos pequeños no sean tan fuertes, es decir que no produzcan síntomas graves como puedan ser inflamaciones respiratorias importantes o grandes fiebres. Y es que al contrario de lo que la mayoría de la población piensa, la vacuna no reduce el número de costipados sino como indica Eduardo Haro, pediatra del centro de Salud del barrio de Benicalap, la vacuna lo único que elimina son las bacterias del virus que producen fuertes gripes que causan fuertes fiebres y problemas respiratorios importantes. Pero no actúa contra los costipados ni reduce su número.
“A veces me vienen madres diciendo que le han puesto la vacuna a su hijo y que se sigue costipando. Y entonces les explico que la función de la vacuna no es reducir el número de catarros, sino hacer que los síntomas que producen esos costipados sean más llevaderos”.
Por ello, lo ideal sería que todos los niños se vacunaran. Pero de momento esa vacuna sólo se pone a los llamados grupos de riesgo que son los niños que padecen alguna enfermedad respiratoria o cardíaca. Pero aunque no padezcan ninguna de las patologías mencionadas hay que prevenir y seguir una serie de recomendaciones para reducir el número de cuadros gripales que sobretodo se producen en estos meses de cambio de estación y en invierno.
“Los niños donde más se costipan es en el colegio porque se los pegan otros niños, por eso hay que ir bien abrigados y alimentarse bien”, asegura Haro. Una tesis que también defienden en el centro de salud de Torrent. Pero también añaden que es muy importante seguir unas recomendaciones higiénicas muy estrictas. Hay que obligar a los niños a que se laven las manos porque el 80% de los gérmenes se transmiten por lo que tocamos con las manos.
Aparte de una buena higiene también es muy importante seguir una buena alimentación. Los niños deben llevar una dieta equilibrada, rica en proteínas y no abusar de las grasas. Hay que aprovecharse de la dieta mediterránea que es muy rica y poco a poco se está abandonando y sustituyendo por comidas rápidas y precocinadas que tienen muchas grasas y pocos hidratos y proteinas.
Precisamente este es el principal motivo por el que hoy en día casi el 50% de los niños españoles sufren sobrepeso. Y para evitarlo los médicos recomiendan una alimentación basada en la dieta mediterránea combinada con buen ejercicio. Sin embargo, los menús de muchos niños hoy en día no cumplen con estos requisitos y los médicos culpan a los padres.
“Los padres son los culpables de tener niños obesos. La conducta alimentaria se educa. Si hay niños obesos es debido a una mala educación alimentaria. Nosotros podemos darles consejos pero desgraciadamente pocos la ponen en práctica. Muchos padres creen que la educación alimentaria es algo que se puede comprar en la farmacia”.
Foto: Crecer Feliz
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El 5% de los niños españoles se costiparán con frecuencia este invierno