Todo sabemos bien que el buen descansoes clave a la hora de llevar una vida sana, sobre todo durante la infancia, pero la realidad nos demuestra que se lleva a cabo todo lo contrario ya que más de la mitad de los niños con edades entre los 6 y los 12 años suele levantarse por la mañana con sueño y cansacio, debido a que mantienen de forma cotidiana malos hábitos a la hora de dormir.
Las familias permiten que los niños cenen demasiado tarde y que por lo tanto la hora de irse a la cama también se estire, lo que supone menor cantidad de horas de descanso lo que luego entorpece todas las actividades del día siguiente según indica un nuevo estudio que además hace referencia a que los niños no tienen como hábito tomar un buen desayuno al comenzar el día, el 10% de ellos no lo hace por falta de apetito al despertar o por falta de tiempo.
El estudio, denominado «El desayuno y el rendimiento escolar», elaborado por Kellogg’s, ha dado por lo tanto grandes evidencias sobre las malas rutinas adoptadas por los niños y sus familias que como no puede ser de otra forma, luego tiene grandes repercusiones en el desarrollo de cada pequeño. Para la investigación se consultaron a unos 251 profesores pertenecientes a colegios públicos y privados, 191 de ellos de escuela primaria y 60 profesores de educación física.
Todos los profesionales coinciden en el hecho de que la mayoría de los niños se demuestra cansado, con sueño y con poca energía, aquellos que duermen poco y no desayunan tienen un deficiente rendimiento físico e intelectual, se sienten débiles y no están a la par de los otros niños, manifiestan menor capacidad de atención y de concentración en sus estudios y por lo tanto les va peor en la escuela según indica el director de educación infantil y primaria del colegio Fundación Caldeiro, Javier Fernández Galvín.
El hecho de que los niños no tengan apetito al levantarse está relacionado a malos hánbitos en la cena, el estudio revela que el 40% de los niños cena entre las nueve y las diez de la noche y se va a la cama alrededor de las once, para luego levantarse entre las siete y las ocho de la mañana. Los niños por lo tanto se acuestan entre una y dos horas más tarde de lo que deberían por lo tanto su sueño es más corto y de peor calidad.
Vía | La Voz de Galicia
Foto | lorda de Flickr
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El 50% de los niños no duerme bien por mantener malos hábitos nocturnos