Si te pregunto si estás de acuerdo con esta afirmación: “trata a los demás como te gustaría a tí que te tratasen”, seguro que respondes que sí. Y seguro que convienes conmigo que este concepto es una de la bases de la educación y un valor importante para la convivencia entre personas. Podríamos decir incluso que se trata de un axioma, una afirmación incuestionable para cualquiera que quiera educar a sus hijos en el respeto a los demás.
Por ello, estoy segura de que también dirás que sí a las siguientes afirmaciones:
- Si estás triste y lloras ¿quieres ser consolado?
- Si estás enfadado ¿quieres comprensión y besos?
- Si existe un alimento recomendado por la máxima autoridad sanitaria del mundo, que aporta todos los nutrientes que necesitas y, además, te aporta satisfacción emocional, ¿lo querrías para ti?
- Si algo te atemoriza por la noche ¿te gustaría abrazar a la persona que más quieres?
- Si tuvieras carencias en tus capacidades de comunicación ¿querrías estar permanentemente atendido?
- Si te sientes indefenso ¿querrías estar protegido en los brazos de alguien a quien quieres?
- Si tienes hambre ¿querrías comer, independientemente de si toca o no?
Porque si todo esto lo quieres para ti, también lo quieres para tus hijos y ésto son los principios básicos de la crianza con apego. ¡Demostrado! mi teoría es infalible como el Papa… ahora solo queda que sea inviolable, como el Rey (Felipe VI, claro)