El abuelo que saltó por la ventana y se largó
Jonas Jonasson (2009) Narrativa Salamandra – 412 páginas
Como su nombre lo indica, la novela comienza con la huida de Allan Karlsson, un hombre que en vísperas de su centenario aniversario decidió dejarlo todo y escapar por la ventana del geriátrico en el que se alojaba. Una vez afuera, decide dirigirse a la estación de la ciudad, para tomar el próximo colectivo hacia donde las pocas coronas que tenía en su bolsillo pudieran llevarlo, y en el medio se encuentra con un joven que le pide que le cuide la maleta mientras va al baño. Lamentablemente el colectivo llega antes del que el joven salga de las instalaciones sanitarias, y sin dudarlo, Allan decide llevar la maleta consigo para su viaje.
Al llegar a destino, el abuelo descubre que la maleta contenía millones de coronas y que, como era de esperarse, nadie pierde semejante cantidad de dinero y se queda de brazos cruzados. Así, comienzan las aventuras y desventuras de Allan Karlsson, que va acompañándose de emblemáticos personajes que se van cruzando en su camino: un timador con un gran sentido del valor de la palabra; un sempiterno estudiante a quien encontraron vendiendo hot dogs al costado de la ruta, y la bella Gunilla, una mujer de mediana edad que residía sola en una granja junto con su elefanta Sonja y Buster, su incondicional perro.
Narrado en tercera persona, el autor articula las aventuras de los cuatro personajes, con la no menos entretenida historia del hombre centenario: un experto en explosivos con una interesante afición a las bebidas alcohólicas y un profundo desinterés por los ideales políticos e ideológicos (sin importar cuales fueran). Sin embargo, no por ello tuvo una vida libre de ellos, sino todo lo contrario: entre los hechos más significativos de los cien años de Allan, hubo desde encuentros con Franco, Stalin y Churchill hasta una interesante colaboración en la construcción de la bomba atómica.
Se trata de una novela disparatada y divertida, que abunda en detalles y descripciones, e invita a realizar un recorrido por la historia del siglo XX desde una perspectiva diferente.
“Así pues, el centenario echó a andar con sus zameadillas (así llamadas porque a cierta edad rara vez mea uno más lejos de sus propios zapatos). Primero cruzó un parque y luego rodeó un descampado donde, de vez en cuando, se instalaba algún mercadillo. Por lo demás, aquella ciudad era bastante tranquila” Pag. 11
Helga Fourcade
- El abuelo que saltó por la ventana y se largó
- Jonas Jonasson
- Salamandra (Edhasa Argentina)
- Año 2009
- 412 páginas
- ISBN 9788498384161