Si os digo que el miércoles pasado fui a ver una peli épica de batallas, de chinos y basada en el Romance de los Tres Reinos posiblemente se os ponga carilla de felicidad. Pero si os digo que la versión original se estructuraba en dos películas con una duración de 280 minutos en su totalidad, mientras que lo que ha llegado a Europa y a EE.UU es una versión reducida y aconglomerada de 148 minutos; y que además la dirige John Woo (que en su filmografía tiene la desgracia de contar con auténticos bodrios), es factible que la emoción se os haya pasado ligeramente.
La historia comienza en China cerca del final de la Dinastía Han en el 208 D.C. Cao Cao, el temible Primer Ministro (y líder de facto del Imperio Han) convence al veleidoso Emperador Han de que declare la guerra a los Reinos de Xu al oeste y al este, y al Reino de Wu al sur. Cao Cao dice que su objetivo es unificar a China de una vez por todas por el bienestar del Imperio Han, pero en realidad, sus motivos son bastante más egoístas. Tras convencer al Emperador, Cao Cao lleva a su ejército de casi un millón de soldados a la guerra. Su primer objetivo es el Reino de Xu, de reciente creación, gobernado por el benevolente líder Liu Bei. Al llegar al Reino de Xu, las fuerzas de Cao Cao arremeten fácilmente contra el ejército de Liu Bei al que aventajan en número, lo que provoca la huída de Liu Bei y de su pueblo en un desesperado intento de escapar de la ciudad de Xin Ye. Los ciudadanos de Xu huyen bajo la protección de las tropas de Liu Bei y de sus dos generales de mayor rango (y hermanos de sangre): Guan Yu y Zhang Fei, que se quedan atrás a riesgo de sus propias vidas para salvar a los campesinos que intentan escapar...
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He oído decir que quien ha leído el libro en el que se basa la peli y luego ha ido a verla se ha llevado un chasco enorme, ya que a la mayoría de los personajes les cambian la personalidad, pero un servidor no ha leído el Romance de los Tres Reinos y por lo tanto no puede hacer un post comparativo.
La película como tal es muy fluida, tiene grandes momentos y a pesar de lo que se podría llegar a pensar siendo el director quien es y más aún teniendo presente las películas chinas de los últimos tiempos, sorprende comprobar que no se abusa del cable ni de las explosiones, aunque cierto es que algún momento de cableado hay. Por otra parte, es una realidad templaria que dura bastante, pero no se hace excesivamente pesada ni cargante ya que no es para nada lenta. Las interpretaciones son muy buenas, siendo el protagonista indiscutible del largometraje Takeshi Kaneshiro en el papel de Zhuge Liang, el estratega; secundado por el magnífico Tony Leung encarnando a Zhou Yu; aunque el resto del elenco no se queda corto, siendo la interpretación otro de los puntos fuertes de la peli (salvo el chino que me recordaba a Gimli, hijo de Glóin -el enano del señor del anillos- por darme la sensación que el hombre estaba un pelín demasiado emocionado).
Particularmente me he quedado con ganas de ver la versión completa de la peli para completar lagunillas y cortes obvios, eso sí, si tengo la oportunidad de verla lo haré desde el DVD de mi casa sentadito en mi sillón tranquilamente sin la presencia de una niña loca molesta que se dedica a pegar gritos a aplaudir al finalizar la película, ni con un par de garrufos detrás mío que se pasan toda la película hablando, comentando la película y en general, molestando.
NOTA: 7/10
No hay gatitos, ni los chinos visten ropita moderna, pero la peli peta igual