¡Bienvenidos un día más a mi blog! Que me visitéis tanto me hace pensar que no encontráis nada mejor que leer y eso me preocupa. En mi próxima entrada creo que hablaré de libros que no podéis dejar pasar, pero eso será otro día porque hoy hablaremos de una especie que todas hemos contemplado alguna vez. Y para poneros en situación creo que deberíais darle al play al vídeo y leer el post a la vez.
¿Le habéis dado? No hagáis trampa que lo sabré y me iré de nuevo de vacaciones. Vosotros sabréis.
Cómo iba diciendo, en esta entrada analizaremos una de las especies más peligrosas del reino humano, una especie que tortura a su presa hasta el punto de sacarle de sus casillas con la simple facilidad de la palabra. Amigos, hoy hablaremos del acosador.
El acosador se presenta en todos los escenarios, climas y épocas del año, de ahí su peligro. Nunca puedes escapar de él. Además el acosador tiene fácil acceso a tu círculo de amistades por lo que la caza será mucho más directa, intensa y agresiva.
Criado en las habitaciones más tenebrosas, con ligero olor a algo indescriptible y con Youporn en favoritos, ha desarrollado el rasgo social desesperado que lo hace implacable, tenaz y en algunos casos, hasta psicótico.
Su aspecto físico se encuentra en el nivel medio-bajo-grimoso, por lo que sus intentos de apareamiento son cómicos por no decir patéticos. Además hay tres características que los definen perfectamente:
- Tiene pene
- Lo quiere usar
- Y lo quiere usar contigo sin importar el cómo.
Prefieren a presas accesibles socialmente: viejas amistades, nuevas incorporaciones a su círculo de conocidos…etc. Esas presas, generalmente, se encuentran en un nivel físico más alto o como diría un buen amigo “Mucha mujer pa’ ese”. Pero esta circunstancia no detendrá al acosador, que lo encontrará como un reto particularmente suculento de ganar y es ahí cuando la cosa se complica.
Intentará atrapar a su presa con atenciones como gestos de excesiva amabilidad o mensajes de WhatsApp a todas horas, no importa que tú no le respondas, su sed de carne es suficiente aliciente para ellos y continuarán la conversación con frases del tipo: “Estarás ocupada”, “Debes estar dormida, que descanses”…y así.
Este acorralamiento finaliza tras un período de negación e ignorancia por parte de la presa que queda liberada, feliz y sin miedo a usar escote.
Puede parece que estoy siendo cruel o injusta con el chico en cuestión y que ellos solo están intentando ligar. Pero cuando le agradas a alguien lo sabes, si no es en la primera conversación, es en la segunda. Y si una chavala con la que estáis a pico y pala os rehuye, pillad el mensaje. Es muy incómodo estar en un sitio con tus amigos y que alguien esté pendiente de tus movimientos, intentando sacarte conversaciones absurdas, mostrándose excesivamente atento provocando la risa de los demás, notando que todo el tiempo te está mirando…etc.
Así que si os habéis sentido identificado, cambiad la estrategia y sobre todo: ¡No os pongáis en modo acosador!